"Mucha gente que se ha alzado en defensa de la paz reclama que se reinicie", afirmó el líder del equipo negociador de paz y uno de los cabecillas del ELN, Israel Ramírez Pineda, alias "Pablo Beltrán", flanqueado por otros seis miembros del grupo en La Habana, compuesto en total, según él, por "14 o 15 personas".
Esta es la primera comparecencia de los integrantes del ELN ante la prensa en La Habana desde el atentado del pasado 17 de enero contra la Escuela de Cadetes de la Policía en Bogotá, que dejó 22 muertos más el atacante y 66 heridos, y llevó al Gobierno colombiano a romper definitivamente las conversaciones con el grupo insurgente.
Beltrán confió en que "muy posiblemente" el diálogo de paz se reinicie pronto, ya que también existen "presiones de la comunidad internacional", aseguró, tras mencionar el apoyo a esta postura de Cuba y Noruega, dos de los países garantes junto a Brasil y Chile, estos dos últimos alineados con la posición del Gobierno colombiano.
Tras el atentado de enero, Bogotá anunció la reactivación de las órdenes de captura de los negociadores de paz del ELN en Cuba y exigió sin éxito al Ejecutivo del país caribeño que los entregara.
Para mostrar su disposición a retomar el diálogo, el ELN depositó en la sede de la ONU en Nueva York, así como ante el Comité Internacional de la Cruz Roja en Suiza, los documentos que registran los avances y acuerdos previos durante el fallido proceso de paz con el Gobierno entre 2014 y 2018, según reveló este miércoles el grupo.
La nueva petición de diálogo del ELN llega en un momento frágil para esta organización, considerada terrorista por gran parte de la comunidad internacional, después de que el pasado 29 de junio fuera abatido su principal jefe en el Bajo Cauca antioqueño, acusado de la masacre de siete personas en 2014 bajo el alias de "Fabián" o "Guacharaco".
Las negociaciones de paz entre el Gobierno colombiano y esta guerrilla de orientación marxista-leninista comenzaron formalmente en febrero de 2017 en Quito, aunque en mayo de 2018 fueron trasladadas a La Habana, donde la última ronda de diálogos concluyó sin avances a principios de agosto.
Las conversaciones quedaron en suspenso desde entonces por la exigencia del Gobierno del presidente colombiano, Iván Duque, al ELN de que libere a todos los secuestrados que tiene en su poder y renuncie a esa y todas sus actividades criminales.