El enviado norcoreano concluye la visita a Pekín con la promesa de retomar la negociación

El enviado especial norcoreano Choe Ryong-Hae concluyó hoy su visita a Pekín, durante la que fue recibido por el presidente chino, Xi Jinping, con la promesa de que su país está dispuesto a retomar el camino de las negociaciones sobre su programa nuclear.

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El vicemariscal y director del Buró Político del Ejército Popular de Corea del Norte, Choe Ryong Hae (centro), momentos antes de partir ayer hacia China.

La visita de Choe, general de cuatro estrellas y director del Buró Político del Ejército Popular Norcoreano, tenía como aparente objetivo tender puentes tras el reciente enfriamiento de las relaciones entre Pyongyang y su vecino y principal aliado.

El emisario, el primer enviado directo del líder norcoreano Kim Jong-un y primer alto funcionario de su país que visitaba Pekín desde agosto, parece haber saldado su visita con éxito, tras ser recibido hoy en el Gran Palacio del Pueblo por el presidente chino, Xi Jinping, y otras personalidades.

Pero también le expresaron el hartazgo de Pekín con las amenazas y desplantes del régimen norcoreano en los últimos meses y la necesidad de volver a la mesa de negociaciones para lograr una península desnuclearizada.

Así lo indicó el propio Xi Jinping durante su reunión de hoy en el Gran Palacio del Pueblo, en la que afirmó que "China tiene una posición muy clara acerca de que todas las partes implicadas deben adherirse al objetivo de la desnuclearización, salvaguardar la paz y la estabilidad en la península y resolver las disputas mediante el diálogo y las consultas".

Por su parte, Choe, un fuerte aliado de Kim y su familia y que entregó en la reunión una carta personal del líder norcoreano, replicó que su país está dispuesto a actuar con prontitud para "negociar a través del diálogo y resolver los problemas" por esta vía, incluidas las conversaciones a seis bandas.

Una posición similar había expresado el vicemariscal norcoreano en sus respectivas reuniones con Fan Changlong, vicepresidente de la Comisión Militar Central -el máximo órgano del Ejército chino- y Liu Yunshan, miembro del Comité Permanente del Partido Comunista, el principal órgano de dirección colegiada del régimen.

A ambos, según recogen los medios oficiales chinos, les aseguró que Corea del Norte "está dispuesta a aceptar la sugerencia de China de celebrar conversaciones con todas las partes".

Corea del Norte abandonó en 2009 las conversaciones a seis bandas -en las que participaban las dos Coreas, China, Rusia, EU y Japón para tratar sobre el programa nuclear norcoreano- en protesta por las sanciones internacionales que se le impusieron después de que efectuara una prueba nuclear.

China y Corea del Norte, otrora estrechos aliados, se habían distanciado en los últimos meses, en especial después de que Pyongyang efectuara una tercera prueba nuclear el pasado febrero y tras una serie de declaraciones amenazantes del régimen norcoreano hacia Corea del Sur, Japón y EU.

China, que tiene entre sus principales objetivos de política exterior la estabilidad en la región, dejó claro su descontento con el apoyo a sanciones impulsadas por EU dentro del Consejo de Seguridad de la ONU.

A principios de este mes, uno de los grandes bancos estatales de la República Popular, el Banco de China, anunció la ruptura de sus lazos con uno de los principales bancos norcoreanos.

El malestar de China con su vecino se acrecentó aún más con el secuestro este mes de un pesquero de esta nacionalidad, que faenaba en aguas nacionales y que fue apresado por captores norcoreanos que exigieron un rescate de cerca de 100,000 dólares.

Finalmente el pesquero quedó en libertad esta semana, sin que, según Pekín, se desembolsara ningún rescate, pero no antes de que los captores norcoreanos se quedaran con todo el combustible que el pesquero chino llevaba a bordo.

Choe, encargado de la gestión política, educativa y cultural del poderoso Ejército Popular, que cuenta con más de 1.1 millones de efectivos, es, según expertos, muy próximo a Kim Kyong-hui y a Jang Song-taek, los tíos de Kim Jong-un, considerados altamente influyentes en las decisiones del Estado. (EFE)