Pendarovski, quien concurría por segunda vez al cargo y contaba con el apoyo de la Unión Socialdemócrata de Macedonia (SDSM) y de su socio de la coalición, la Unión Democrática de Integración Albanesa, obtuvo casi el 52 %, mientras que su rival contó con algo más del 44 %.
"Es una victoria de los ciudadanos de Macedonia del Norte. Les serviré a todos. Los resultados demuestran que el camino hacia la OTAN, la UE y el mundo desarrollado está garantizado. Han sido unas elecciones cristalinas. El pasado oscuro queda atrás", dijo Pendarovski.
Por su parte, el primer ministro, Zoran Zaev, celebró que los ciudadanos apostasen con su voto por un camino "hacia adelante". "Hemos obtenido 50,000 votos más", recalcó.
Siljanovska aceptó la derrota y reconoció sentirse "rara". "Mi historia presidencial terminó. Los números muestran la derrota, pero nunca he estado más tranquila ni más fuerte", dijo para añadir que no lo sentía como una derrota ni para ella ni para la alianza VMRO-DPMNE que la propuso como candidata.
"La política en Macedonia todavía está en manos de los partidos y ellos deciden hacia dónde dirigen los votos, no los ciudadanos", agregó.
Pendarovski y Siljanovska habían acudido a esta segunda vuelta electoral casi empatados, pues el pasado 21 de abril los dos obtuvieron algo más del 42 %, con una ligera ventaja de tan solo 4,000 votos para el candidato socialdemócrata.
La victoria de Pendarovski puede interpretarse como un aprobado ciudadano a la gestión del Gobierno de Zoran Zaev tras el acuerdo con Grecia que llevó al cambio del nombre país a Macedonia del Norte, y dirimió así una larga disputa con el país vecino.
El citado acuerdo había levantado muchas ampollas en ambas naciones y el rechazo frontal de los sectores más nacionalistas.
El resultado de las elecciones podría facilitar la vida política de Zaev -uno de los principales artífices del acuerdo en cuestión- pues había anunciado que de no ganar su candidato o si no se alcanzaba el quórum mínimo de participación electoral del 40 %, convocaría elecciones generales anticipadas.
Aunque en principio los comicios parlamentarios deberían celebrarse el próximo año, la oposición conservadora lleva tiempo pidiendo un adelanto.
El temor de los actores políticos a no alcanzar la participación mínima del 40 % para que las elecciones fueran consideradas válidas no se eliminó hasta poco antes del cierre de los colegios, cuando la Comisión Nacional Electoral comunicó que media hora antes de la clausura había logrado el 44.5 %.
En caso de que no se hubiera superado este listón, habría sido necesario convocar nuevas elecciones presidenciales y el presidente del Parlamento habría asumido transitoriamente la jefatura de Estado.
La jornada electoral transcurrió en un ambiente pacífico y sin mayores percances, según comunicó el ministro del Interior, Oliver Spasovski, en una conferencia de prensa esta noche tras el cierre de las urnas.
Sin embargo, la alianza conservadora VMRO-DPMNE aseguró que se cometieron irregularidades y que el Gobierno utilizó a la Policía para intimidar a los votantes.
La campaña estuvo marcada por el acuerdo con Grecia para el cambio del nombre del país a Macedonia del Norte, un compromiso que permitió que en febrero se firmara el protocolo de adhesión a la OTAN, y que se espera sirva para iniciar negociaciones de adhesión a la Unión Europea.
Mientras que Pendarovski apoya este acuerdo, Siljanovska había anunciado que si ganaba las elecciones iniciaría el proceso para cambiar algunos de sus artículos.
El mandato del presidente saliente, el conservador Gjorge Ivanov (VMRO-DPMNE), que se opuso firmemente al acuerdo con Grecia e incluso se negó a firmar su ratificación, finaliza el 12 de mayo tras cumplir el máximo de dos mandatos seguidos permitidos.