El BCE se encargará de vigilar desde hoy las principales entidades bancarias de los 18 países de la zona euro para recuperar la confianza en la estabilidad de los bancos que se perdió durante la crisis financiera. Todos los bancos estarán bajo la misma lupa, sin distinción por países. Habrá unas mismas normas de solvencia, reestructuración de bancos y garantía de depósitos.
Mientras, la vigilancia diaria de los negocios de las pequeñas entidades seguirá en manos de los supervisores nacionales. No obstante, el BCE tiene derecho en caso de emergencia a ocuparse de cualquiera de los 6.000 bancos de la eurozona.
"La crisis financiera y bancaria demostraron que las autoridades nacionales no eran suficientes para controlar a los grandes bancos internacionales. Por ello es correcto que el BCE adquiera ahora el papel de supervisor de las grandes entidades bancarias europeas. Con ello concluye una parte importante de la Unión Bancaria", indicó hoy el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble.
"A partir de hoy el sector financiero en la eurozona será más resistente. Estamos mejor preparados contra posibles situaciones díficiles en los bancos. Esto también es una buena noticia para los contribuyentes", agregó. (DPA)