El alud se produjo el pasado fin de semana y enterró un pueblo entero, donde los rescatistas creen que podrían haber muerto al menos 150 personas. La masa de rocas bloqueó el río Sunkoshi y creó el enorme lago.
El jefe de distrito local, Gopal Parajuli, declaró a dpa que no sabe si las detonaciones pueden causar una inundación. El plan es que varias explosiones hagan agujeros pequeños en la pared para que el agua vaya fluyendo poco a poco. Por si acaso, río abajo fue declarada en emergencia toda la zona y las fuerzas de seguridad llamaron a los habitantes a trasladarse a terrenos altos.
El embalse, formado a unos 90 kilómetros al este de la capital, Kathmandú, amenaza a los residentes desde hace días. Las autoridades de la vecina India han evacuado a 70,000 personas. El alud bloquea además la única carretera entre Nepal y China. Los equipos de rescate tienen dificultades para llegar al lugar con maquinaria pesada.
Hasta ahora han sido recuperados 33 cadáveres de debajo de las masas de lodo y no se cree ya que haya posibilidad de encontrar con vida a los 140 desaparecidos.
En la India la evacuación no está siendo sencilla. El diario "The Hindu" publica que numerosas personas han vuelto a sus casas en las zonas en peligro porque en los refugios de emergencia no hay suficientes baños. También temen los robos y no quieren dejar solo al ganado, al que hay que alimentar.
"En un pueblo la gente mayor no quiere irse. Dijeron que si el río los arrastra, se agarrarán a las colas de las vacas para que los lleven hasta la orilla", comentó un rescatista. (DPA)