"Los dos países reconocen que, a la luz del progreso significativo para eliminar la amenaza del Estado Islámico (EI), durante los próximos meses EE.UU. continuará reduciendo sus tropas en Irak", reza el documento, difundido por el Departamento de Estado en Washington.
Una vez que se retiren más tropas estadounidenses, el siguiente paso de Washington será "debatir con el Gobierno de Irak el estatus de las fuerzas que se queden mientras los dos países se enfocan en desarrollar una relación bilateral de seguridad basada en fuertes intereses comunes".
De acuerdo a los últimos datos oficiales de febrero, la coalición internacional que se formó en 2014 para luchar contra el Estado Islámico (EI) tenía 7.500 militares desplegados en Irak, de los que 5.000 eran estadounidenses.
Ya en marzo, EE.UU. reubicó a algunos de sus soldados, que dejaron tres bases iraquíes, y se desplazaron a otras dos sedes: una ubicada en Mosul, la mayor ciudad del norte de Irak y que estuvo controlada por el EI hasta 2017, y otra base a las afueras de la ciudad Habbaniyah, cerca del río Éufrates.
En el comunicado, EE.UU. reiteró que "no busca ni pide tener bases militares permanentes o presencia militar permanente en Irak", tal y como acordaron ambos Gobiernos en 2008.
Por otro lado, en el documento, recuerda que el "Gobierno de Irak se comprometió a proteger al personal militar de la coalición internacional y las instalaciones iraquíes que los albergan, de conformidad con el derecho internacional y los arreglos específicos para su presencia", algo que debatirán en el futuro ambos países.
El anuncio de este jueves es el resultado del inicio de unas esperadas conversaciones entre Washington y Bagdad, que buscan abordar el futuro de Irak en términos de seguridad, pero también económicos con la idea de ayudar a la economía iraquí, perjudicada por la bajada de los precios del petróleo.
En el diálogo de hoy participaron por videoconferencia el ministro iraquí de Exteriores, Abdulkarim Hashim Mustafa, y el subsecretario del Departamento de Estado de EE.UU. para asuntos políticos, David Hale.
Además del tema de las tropas, los dos funcionarios debatieron sobre la posibilidad de que EE.UU. envíe "asesores económicos para trabajar directamente" con el Gobierno de Irak y ayudarle a implementar reformas económicas.
También se abordó la idea de que empresas de EE.UU. inviertan en el sector petrolero iraquí.