Ébola en Africa occidental: una carrera contra el tiempo

El virus mortal del ébola se está propagando a una velocidad inquietante en África occidental. A pesar de todos los intentos por controlar la epidemia, esta tiene ya dimensiones sin precedentes. Espertos de todo el mundo han viajado a África occidental para combatir la enfermedad, pero su principal enemigo es el tiempo.

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Contra el ébola no hay cura alguna ni tampoco ninguna vacuna. El último brote comenzó en Guinea en febrero. Desde entonces ya han muerto en ese país 84 personas. Pero el virus se propagó a los países vecinos: Liberia, Sierra Leona y Mali. Senegal cerró la frontera con Guinea y las empresas de minería extranjeras han suspendido sus trabajos y han llevado a su personal a un lugar seguro.

Un grupo de veterinarios partió hoy en expedición a la zona de la selva tropical en el sur de Guinea. Allí se registraron los primeros casos. "Queremos esclarecer si se trata de una epidemia en el mundo animal", dijo Fabian Leendertz del centro alemán de investigación Robert Koch-Institut (RKI).

Leendertz es un experto en ébola en animales salvajes. Si el virus se ha propagado entre animales, existe un alto riesgo de que también pueda contagiar a otras personas.

Si los resultados dan positivo en los análisis realizados a cadáveres de animales se comunicará de inmediato a las autoridades en Guinea, pero se tardan unos cuatro meses en obtener unos resultados pormenorizados.

Médicos y enfermeros mantienen bajo observación a cientos de personas que tuvieron contacto con personas infectadas o que presentan síntomas de un posible contagio. Tienen que quedar aisladas lo antes posible. "Cualquier caso sospechoso tiene que ser observado durante 21 días, ese es el tiempo que tarda en incubarse", explicó Gregory Härtl de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Conacry, la capital de Guinea. La propagación se ha reducido en los últimos días, pero el brote no está ni mucho menos bajo control. "Cada día contabilizamos entre uno y cuatro casos nuevos", agregó.

El ébola es uno de los virus más peligroso. Provoca severas náuseas, diarrea, fiebre, entorpecen el funcionamiento de los riñones y el hígado y provoca hemorragias internas. Según la OMS, mueren un 90 por ciento de los infectados. Los primeros casos de la enfermedad se registraron en 1976 cerca del río Ébola, en África.

Miembros de la organización Médicos Sin Fronteras (MSF) trabajan las 24 horas en clínicas improvisadas, dijo la coordinadora de urgencias de MSF, Anja Wolz. "Hemos aislado a los enfermos del resto de la población". MSF envió a 52 trabajadores internacionales y 50 toneladas de medicamentos y suministros a Guinea.

El ébola sólo se puede verificar en pruebas de laboratorio, lo que dificulta la lucha contra su propagación. Son muchas las enfermedades que muestran síntomas similares. En tanto, centros de investigación de Senegal y Alemania han enviado dos laboratorios ambulantes a la zona, aunque antes fueron enviadas todas las pruebas a Francia.

Las organizaciones humanitarias se ocuparán además de la higiene y el reconocimiento. La importancia de estar informado de los peligros que se corren lo pone de manifiesto el caso de una mujer de Liberia, que puso en peligro a decenas de personas tras huir del hospital. En Liberia se han confirmado hasta la fecha dos casos de muerte por ébola, a los que se suman numerosos casos sospechosos, como también en Sierra Leona y Mali.

El Ministerio de Salud en Guinea cifró los costes de la lucha contra el ébola en 4.5 millones de dólares (3.3 millones de euros). La Unión Europea ya ha prometido 500,000 euros. Asimismo, la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (ECOWAS) prometió 182,000 euros. Ahora, la rapidez con la que se pueda llegar a controlar el brote epidémico no es sólo una cuestión de tiempo, sino también de dinero. (DPA)