Gallois salió al paso en la rueda de prensa de presentación de los resultados de la sociedad a la polémica suscitada a principios de semana por el anuncio del nuevo consejero delegado, Tom Enders, que tomará posesión en mayo, de centralizar más la empresa en Toulouse (al sur de Francia).
Este anunció supuso una protesta en Alemania, desde donde se pidió más presencia alemana en la ejecutiva de la sociedad y en el desarrollo de los proyectos de la empresa.
Para Gallois, no debe de haber malentendidos entre la sociedad y los gobiernos de los cuatro países europeos donde está presente EADS, pero tampoco "debe de haber intromisiones externas en la empresa".
Según el directivo, la idea de EADS es ser siempre "buenos ciudadanos allá donde estemos", sea Europa, Estados Unidos, que es uno de sus primeros mercados, la India o Brasil, y por ello se pide desde este fabricante un "diálogo sereno", y en especial con las autoridades alemanas.
Las presiones no están vinculadas con la cantidad del accionariado, sino que se trata de un comportamiento natural, atraer tecnología y puestos de trabajo, "pero no nos tiene que sorprender que incluso nos pidan la devolución de los préstamos concedidos por Alemania a los proyectos de EADS".
La dirección de EADS debe resistir ante estas presiones, pero siempre "debemos poder manifestar y explicar lo que estamos haciendo", y Gallois destacó que se está manteniendo el equilibrio entre Francia y Alemania.
La situación en Alemania esta semana ha sido especialmente delicada en las relaciones de EADS y el gobierno de ese país, con el envío de una serie de cartas en las que se planteaba la queja de los intentos del fabricante de dar más prioridad a Francia frente al país teutón.
Las relaciones de EADS con Alemania son especialmente sensibles en este momento, ya que se está negociando la venta a las autoridades de ese país del 7,5 por ciento del capital del fabricante aeronáutico que tiene el productor automovilístico alemán Daimler.