Nurettin Akcul, líder del sindicato de mineros, estimó que entre 200 y 300 trabajadores siguen atrapados mientras se llevan a cabo las operaciones de rescate en el pueblo de Soma, en la provincia de Manisa.
El espeso humo dificultaba los trabajos de rescate en la mina. Decenas de familiares esperaban por la noche desesperados tener noticias de sus seres queridos.
El ministro de Energía, Taner Yildiz, afirmó que se está bombeando aire a la mina. Se cree que los mineros se encuentran unos dos kilómetros por debajo de la superficie, a unos cuatro kilómetros de una salida.
En el momento de la explosión, que de acuerdo con el sindicalista Akcul fue causada por un fallo eléctrico, unos 580 trabajadores se encontraban bajo tierra.
También el primer ministro Recep Tayyip Erdogan sigue de cerca las labores de rescate. El presidente Abdullah Gül ordenó movilizar a todas las fuerzas. La fuerza aérea turca puso a disposición un avión para trasladar equipos de rescate adicionales desde el norte del país.
Medios locales informaron que (AKP) rechazó un llamado de la oposición en el Parlamento el mes pasado para revisar los estándares de seguridad en la mina de Soma.
Al menos 280 personas lograron escapar de la escena del accidente, mientras que 20 fueron trasladadas al hospital para recibir tratamiento médico.
Turquía tiene un largo historial de accidentes mineros, incluyendo uno en 1992 cerca del Mar Negro que causó la muerte de 270 personas. (DPA)