En su editorial, el rotativo advirtió que el abuso es precisamente lo que ocurrió cuando el gobierno adquirió tierras fronterizas hace una década, para construir un muro en el extremo sur de Texas, según una investigación de Texas Tribune y ProPublica.
La forma en que esta tierra fue "tomada" debería hacer "que nos preocupemos por los propietarios fronterizos en cualquier futuro con un muro fronterizo de Trump", indicó.
“Más que eso, debería hacernos conscientes de los vastos poderes que el gobierno federal tiene para tomar propiedades. Con eso viene la capacidad de hacerlo bien, o gravemente mal”, señaló.
The San Antonio Express News recomendó a los propietarios de tierras a lo largo de la frontera el ser escépticos de las primeras ofertas y de que los agentes federales se adhieran a, o incluso conozcan, las leyes que dicen que los propietarios de tierras deben recibir una compensación justa en tales acciones.
Sugirió a los propietarios obtener ayuda legal y en caso de no poder hacerlo “encuentre a alguien con experiencia que pueda abogar por usted o ayudarle a abogar por usted mismo”.
En 2007, los agentes del gobierno se apresuraron a adquirir miles de acres de tierra a lo largo de la frontera de California, Nuevo México, Arizona y Texas, pero la mayoría de la tierra buscada fue a lo largo de la frontera entre Texas y México. Lo que sucedió después no fue bonito.
El gobierno federal “eludió leyes diseñadas para ayudar a los propietarios de tierras a recibir una compensación justa. Las evaluaciones formales no ocurrieron, y las ofertas bajas se emitieron debido a estimaciones inferiores al valor de las propiedades".
Los propietarios que podían pagar ayuda legal negociaban acuerdos que, en promedio, triplicaban las ofertas iniciales, mientras que los dueños de tierras con menos recursos y más pobres tomaban lo que se les ofrecía, aunque algunos lograron aumentos menores en los asentamientos.
“El Departamento de Justicia -no hay otra palabra para eso- fracasó en los casos de expropiación”, aseguró el rotativo.
“Tomó propiedad sin saber quiénes eran los propietarios reales, pagó a las personas por propiedades que no poseían, no buscó la devolución del dinero, pagó una segunda vez por la misma tierra (...) sin investigar adecuadamente aspectos básicos como la propiedad”.
El gobierno no tuvo en cuenta los valiosos derechos de agua cuando expropió la tierra, lo que alargó el proceso de compensación.
“El Dominio eminente: la capacidad del gobierno de expropiar una propiedad para usos públicos (y a veces privados) siempre ha sido controvertida”, apuntó.
“Hay todo tipo de buenas razones para no construir el muro fronterizo prometido por Trump”, indicó el periódico en su editorial.
“La frontera entre Estados Unidos y México ya está bien custodiada y cuenta con recursos, no se ha construido un muro que no se pueda superar, la inmigración de México es prácticamente nula y muchos inmigrantes de América Central que esperan asilo simplemente se están entregando de manera voluntaria”, detalló.
“Pero otra buena razón para no construir el muro es la cuestión de si el gobierno federal bajo Trump será injustamente agresivo en los procedimientos de expropiación de tierras si el proyecto llega tan lejos”, anotó The San Antonio Express News.
El periódico recordó que antes de que Trump fuera presidente intentó adueñarse varias propiedades para construir un estacionamiento para el casino Trump en Atlantic City. Un casino que luego se declaró en quiebra.
En el editorial, el rotativo instó a los propietarios, incluso a los que apoyan un muro fronterizo, “a buscar todas las opciones legales si se enfrentan con la expropiación. E instamos a los grupos sin fines de lucro a ayudar a quienes no tienen acceso a la ayuda legal”.