El príncipe Bandar al Sultan Al Saud, encargado entre otras cosas del envío de armas a los rebeldes sirios, fue destituido el martes y su sucesor será el hasta ahora número dos, Yussuf al Idrissi.
Los analistas del mundo árabe son cada vez más críticos con la política saudí hacia Siria, porque en las zonas bajo control rebelde ha ido creciendo desde 2013 la influencia de grupos extremistas con conexiones con la red terrorista Al Qaeda.
El príncipe Bandar, que sirvió muchos años como embajador saudí en Washington, fue nombrado al frente del servicio secreto en julio de 2012. En las últimas semanas estuvo en el extranjero para recibir tratamiento médico.
El príncipe tiene buenas relaciones con la familia del ex presidente estadounidense George W. Bush y ha sido crítico con la postura del actual mandatario, Barack Obama, en el conflicto sirio y con los esfuerzos de Washington por lograr un acuerdo sobre el tema nuclear con Irán. (DPA)