Denuncia Rafael Correa intento de golpe de Estado en Ecuador

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, denunció hoy que está “prácticamente secuestrado” en el Hospital de la Policía de Quito y dijo que la sublevación policial desatada este jueves en este país es un intento de golpe de Estado.

00015755-original.jpeg

La insubordinación de la tropa se produjo la mañana del jueves, tras lo cual Rafael Correa se dirigió a dialogar con los policías, pero éstos lo atacaron con gases lacrimógenos, por lo que ingresó al hospital de la propia Policía donde estuvo retenido.

En contacto con medios públicos de comunicación desde el centro médico, el gobernante señaló: “No tengo vista hacia afuera, pero me dicen que está rodeado el hospital, de que revisan las ambulancias para ver si yo salgo”.

“Es un intento de golpe de Estado de la oposición y son ciertos grupos infiltrados en las Fuerzas Armadas y la policía, y básicamente grupos de (la opositora) Sociedad Patriótica”, recalcó el gobernante vía telefónica desde una habitación del hospital.

Subrayó que los insubordinados lo tienen “prácticamente secuestrado” y que está recuperándose “para regresar a (el presidencial Palacio de) Carondelet, aunque me dicen que han cercado, lo cual sería un secuestro al presidente y sería extremadamente grave”.

El mandatario fue internado en el Hospital de la Policía luego que fuera atacado con bombas lacrimógenas en el Regimiento Quito No. 1, a donde acudió a dialogar con los policías insubordinados.

Policías del Regimiento Quito No. 1 se sublevaron en protesta contra una ley que limita sus ingresos, medida que fue seguida por policías en otros puntos del país, mientras que unidades de la Fuerza Aérea ocuparon el Aeropuerto Mariscal Sucre de esta capital.

El presidente Correa acudió a la sede del Regimiento Quito y desde allí llamó a los insubordinados a deponer su actitud, pero sus palabras no fueron escuchadas y abandonó el lugar en medio de bombas lacrimógenas.

Correa acotó que un golpe de Estado en su contra sería “el colmo de la traición a la patria, la traición a su presidente”, y puntualizó que se trata de “conspiraciones que se han venido gestando desde hace mucho tiempo; se lo advertí yo al país”.

Correa denunció a la oposición porque “hace rato que está buscando un golpe de Estado porque no nos puede ganar en las urnas”, tras lo cual apuntó que los sueldos de policías y militares “son más que razonables” y se han duplicado en su gobierno.

Tras llamar a la calma a la ciudadanía, el jefe de Estado calificó de “mentiras” las versiones respecto a que se le rebajaron los sueldos a los policías, y puntualizó que “la gran mayoría” de los agentes está con el gobierno.

“No vamos a permitir que aquí se quebrante el orden institucional”, precisó Correa, al tiempo que fustigó a quienes “conspiran” contra su gobierno porque “los que no pueden ganar en las urnas, conspiran. Son unos irresponsables”.

Llamó a los policías “patriotas a someterse, subordinarse” y retomar sus funciones para restablecer el orden en el país, aunque aseveró que se debe sancionar a los responsables ya que “esto no puede quedar en la impunidad. No voy a claudicar”.

“Lo más que tengo que perder en esto es la vida, y la perderé gustoso para sacar adelante a la patria y que nunca más vuelvan a ocurrir estas barbaridades”, enfatizó Correa, quien camina con muletas porque se recupera de una operación en su rodilla derecha.

Detalló que la crisis se produjo por la eliminación de bonificaciones que se entregaban a las condecoraciones que reciben los policías, recursos (unos 15 millones de dólares) que ahora serían destinados a mejorar las viviendas de los uniformados.

Al concluir su contacto con los medios públicos ecuatorianos, Correa denunció que presuntos policías estaban tratando de ingresar por el techo a la habitación.