La hermana Juliana Bonoha, de origen guineano y pasaporte español, permaneció 21 días ingresada y aislada en el Hospital Carlos III de Madrid, el mismo donde falleció el sacerdote Miguel Pajares.
Hoy, pasado el periodo de incubación, abandonó el centro para reunirse con sus compañeras de la comunidad religiosa a la que pertenece, según informaron medios españoles.
En un comunicado, la congregación destacó que Bonoha se encuentra "bien de salud y animada" y pidió respeto a su decisión de no atender a los medios ni ofrecer entrevistas. Sí está prevista, sin embargo, una rueda de prensa para el próximo lunes.
La religiosa fue repatriada junto a Pajares desde Liberia, país en el que ambos trabajaban en un hospital y uno de los que más sufre el brote del virus que ha matado ya a más de 1,400 personas en África occidental.
Tras su llegada a España y ante la sospecha de contagio, la religiosa fue sometida a varias pruebas. En todos los casos los resultados fueron negativos, aunque los médicos decidieron mantenerla en observación los días que dura el periodo de incubación.
El protocolo ante la sospecha de ébola fue activado en España en varias ocasiones desde la muerte de Pajares, pero ninguno de los análisis dio positivo hasta ahora.
Los resultados del test más reciente se conocieron hoy mismo y descartaron que un hombre guineano de 38 años se hubiera contagiado durante su reciente estancia en Guinea Conakry, donde fue tratado en un hospital por un traumatismo cranoencefálico.
Ya en España, el paciente había sido aislado en el Hospital Clínico de Barcelona. (DPA)