Así lo confirmaron este martes autoridades locales y jefes policiales asignados a la labor de custodia de los jefes de Estado y de gobierno, y de jefes de misiones oficiales de los 35 países que participarán en la Cumbre en Atlapa, un edificio sólido construido en la década de 1970 frente al océano Pacífico.
El viceministro panameño de Relaciones Exteriores, Luis Miguel Hincapié, dijo que el gobierno suspendió las clases el 9 y 10 de abril en los colegios y las universidades en los distritos de Panamá y San Miguelito, y decretó el cierre de oficinas públicas, municipales y de empresas privadas el viernes y sábado.
Los planos operativos de Tránsito muestran unos 42,5 kilómetros de la red vial intervenidas por los dispositivos de seguridad, lo que restringirá la movilidad de vehículos y desplazamiento de peatones en zonas urbanas durante el desarrollo de la Cumbre.
Hincapié indicó que 26 jefes de 35 de Estado de América han confirmado su asistencia a la reunión presidencial hemisférica. Asimismo, estimó que más de 10.000 visitantes participarán en la Cumbre o en foros paralelos, en los que habrá componentes de protección policial.
El comisionado Eric Estrada, director del Servicio de Protección Institucional (SPI), admitió que los organizadores de la histórica reunión se han valido de "otras capacidades" externas, que no detalló, para robustecer la planificación de la protección de los mandatarios en distintos escenarios.
De hecho, el general William René Salamanca, de la policía nacional de Colombia, asesora a efectivos panameños en la adopción de las estrictas medidas de prevención, vigilancia y custodia que regirán en la VII Cumbre de las Américas.
El ministro de Seguridad de Panamá, Rodolfo Aguilera, reconoció que las avanzadas de Estados Unidos y Venezuela llegaron a la capital panameña para respaldar los procedimientos de seguridad en la reunión de presidentes, en la que este país ha invertido unos 15 millones de dólares.