Para conmemorar la ocasión, se celebró una ceremonia en la que participaron unas cuatro mil personas, incluidos exiliados tibetanos, en la ciudad de Dharamshala, donde el Gobierno tibetano en el exilio tiene su sede.
El Dalai Lama expresó la necesidad de continuar preservando la tradición y cultura tibetanas, destacó la cadena NHK.
En tanto, el líder del Gobierno tibetano en el exilio, Lobsang Sangay, fustigó la política de China en el Tíbet, al señalar que los últimos 60 años han estado llenos de tragedia y dolor.
El Dalai Lama reiteró tras la ceremonia que los tibetanos no buscan la independencia, sino tan solo sus derechos y autonomía.
El Gobierno chino rechaza reanudar las conversaciones para una autonomía de alto nivel, tal y como ha solicitado el Gobierno tibetano en el exilio. Pekín cree que el Dalai Lama lidera una campaña proindependencia.