Condena el Papa la pederastia por crimen atroz y ofensa a Dios

El Papa condenó hoy a la pederastia por ser un "crimen atroz", un "pecado grave que ofende a Dios" y una "herida a la dignidad de la persona humana", tras analizar la crisis que golpea a la Iglesia en Irlanda por abusos sexuales del clero.

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Papa Benedicto XVI.

En un largo boletín El Vaticano ofreció detalles de una reunión extraordinaria que sostuvo el Papa Benedicto XVI, este lunes 15 y martes 16, con obispos para examinar el escándalo que ha embestido al catolicismo irlandés a causa de la comprobación de miles de casos de pederastia.

"Juntos (pontífice y prelados) examinaron los fallos de las autoridades de la Iglesia por muchos años en actuar efectivamente ante las conductas con los casos que involucraron abusos sexuales de niños por algunos sacerdotes y religiosos", indicó el escrito.

"Todos los presentes agregó- reconocieron que esta grave crisis ha conducido a una debilitación de la confianza en la autoridad de la Iglesia y ha dañado su testimonio del Evangelio y su enseñanza moral".

Según el escrito, publicado en inglés, Joseph Ratzinger es consciente que la "dolorosa situación actual no será resuelta rápidamente", pero exigió a los obispos manejar los problemas con "determinación y resolución", además de afrontar la crisis con "honestidad y coraje".

Por ello el líder católico exigió a los clérigos irlandeses ponerse de acuerdo para identificar "pasos concretos" encaminados a la sanación de quienes han sido abusados, alentándolos a una renovación de fe en Cristo.

Además estableció que la falta de respeto a la persona humana y el debilitamiento de la fe, situaciones que afectan en general a la Iglesia en Irlanda, han sido un "factor de contribución significativo" al fenómeno del abuso sexual de menores.

Por ello insistió en la necesidad de una reflexión teológica más profunda sobre la cuestión; además de solicitar una mejora en la preparación humana, espiritual, académica y pastoral de los candidatos al sacerdocio así como de aquellos ya ordenados.

La Iglesia en Irlanda vive uno de sus periodos más difíciles tras la publicación en junio de 2009 del Informe Ryan, un estudio de una comisión independiente que documentó miles de abusos sexuales contra menores por parte de sacerdotes y religiosos en el lapso de 70 años.

A éste siguió el Reporte Murphy, 720 páginas de una investigación solicitada por el gobierno que, tras años de resistencia y silencio sobre el tema, sacó a la luz a 46 sacerdotes acusados de haber abusado sexualmente de unos 400 niños entre 1975 y 2004 en Dublín.

A raíz de estos documentos Benedicto XVI ha convocado tres reuniones con obispos en el arco de siete meses. Durante el encuentro que culminó este día los jerarcas expresaron "sus propias observaciones y sugerencias", de acuerdo con el comunicado vaticano.

"(Ellos) hablaron francamente del dolor y la cólera, traición, escándalo y verguenza expresadas en numerosas ocasiones por quienes han sido abusados. Existe un sentido similar de ultraje reflejado por el laicado, sacerdotes y religioso", indicó.

Reconocieron los "errores de juicio y omisiones" que provocaron la crisis además de informar sobre una serie de medidas tomadas para asegurar la tranquilidad de niños en todas las actividades eclesiásticas.

Se comprometieron también a cooperar con las autoridades civiles y con el Consejo Nacional para la Salvaguardia de los Niños en la Iglesia Católica de Irlanda para garantizar una mejor aplicación de las normas y procedimientos en este campo.

Durante la reunión los prelados pudieron leer un esbozo de una carta pastoral que el Papa dirigirá a los católicos irlandeses e hicieron comentarios que serán incluidos en el texto, el cual será publicado en el próximo periodo de Cuaresma.