La explosión de un coche bomba mató a al menos 42 personas y dejó decenas de heridos al acabar los rezos del viernes cerca de una mezquita en Suk Wadi Barada, al noroeste de Damasco, informaron fuentes opositoras.
Por el momento no está claro quién está tras el ataque.
Según el opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, Suk Wadi Barada está controlada por los rebeldes pero la zona está rodeada por el Ejército de Bashar al Assad.