China y EEUU se comprometen a reforzar la implementación del acuerdo de París

El enviado especial para el cambio climático de EEUU, John Kerry, y su homólogo chino, Xie Zhenhua, se comprometieron en Shanghái a "reforzar la implementación" del acuerdo contra la crisis climática de París, informó hoy el Ministerio de Medio Ambiente chino.

En un comunicado emitido tras la visita de dos días de Kerry a Shanghái, ambos países acordaron "mejorar sus respectivas acciones" contra el cambio climático y "cooperar en los procesos multilaterales" para combatir la crisis climática, que "debe ser abordada con la seriedad y urgencia que requiere".

Esos procesos multilaterales incluyen la convención de la ONU para el Cambio Climático y el Acuerdo de París, sobre el que ambos países destacaron en la declaración conjunta su "contribución histórica a su desarrollo, adopción, firma y entrada en vigor".

"China y Estados Unidos están firmemente comprometidos a trabajar conjuntamente y con otros países para reforzar la implementación del Acuerdo de París", afirma la declaración.

Ambas partes, recuerdan el objetivo de París de mantener la media de incremento de temperatura del planeta por debajo de los 2 grados centígrados y llaman a "perseguir esfuerzos" para limitarlo a 1.5 grados centígrados.

En este sentido, se comprometen a "perseguir esos esfuerzos", incluyendo la "adopción de acciones climáticas mejoradas" con el objetivo de mantener "al alcance" ese límite de aumento de la temperatura mundial y cooperar para "identificar y abordar los desafíos y oportunidades" en este terreno.

Ambas partes, confían en que la cumbre virtual de 40 líderes mundiales sobre cambio climático convocada por el presidente de EEUU, Joe Biden, para el próximo jueves "aumente la ambición climática global para mitigar, adaptar y apoyar" el camino hacia la COP 26 de Glasgow, entre el 1 y el 12 de noviembre.

La declaración conjunta señala que China y Estados Unidos "tomarán otras acciones a corto plazo para una mayor contribución" a la hora de abordar la crisis climática.

Entre estas, citan la intención de desarrollar para entonces sus respectivas estrategias a largo plazo para conseguir la neutralidad en emisiones de carbono.

Además, afirman que pretenden adoptar acciones apropiadas para "maximizar la inversión internacional y la financiación para apoyar la transición de la energía intensiva en carbono basada en combustibles fósiles en otra verde, baja en carbono y renovable en los países en desarrollo".

En el camino hacia la COP 26 y "más allá", China y EEUU debatirán acciones concretas en esta década para reducir emisiones con el objetivo de mantener el aumento de temperatura establecido en el Acuerdo de París "al alcance".

Entre ellas, citan políticas, medidas y tecnologías para descarbonizar la industria y la energía, incluyendo la economía circular, el almacenamiento de energía, la capacidad de la red, la captura, uso y almacenamiento de carbono (CCUS) y el hidrogeno verde.

Igualmente, destacan el aumento del despliegue de energías renovables, la potenciación de la agricultura verde y climáticamente resiliente, la construcción de edificios energéticamente eficientes o el transporte bajo en carbono.

También se comprometen a cooperar para abordar las emisiones de metano y otros gases no CO2 de efecto invernadero, así como las emisiones de la aviación civil y las actividades marítimas.

Ambos acuerdan cooperar para promover el éxito de la COP 26 en Glasgow, completar las medidas para la implementación del Acuerdo de París y "avanzar significativamente" en la ambición global climática.

El viernes se celebró una cumbre virtual entre los líderes de Francia, Alemania y China -Emmanuel Macron, Angela Merkel y Xi Jinping- para preparar la cumbre virtual sobre el clima de Biden el 22 y 23 de abril.

En esa cumbre una mayoría de países deberán comprometerse a elevar sus objetivos de reducción de emisiones contaminantes para poder cumplir con el Acuerdo de París.

París comprometía a los firmantes a hacer todo lo necesario para que la subida de las temperaturas medias globales no excediese este siglo los dos grados centígrados y se quedasen, a ser posible, en los 1.5 grados, un objetivo imposible con los actuales compromisos.