"La cooperación para el desarrollo es una parte importante de las relaciones entre China y la UE, que ha expandido nuestros intercambios por todo el mundo y ha beneficiado a ambos", comentó al respecto el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Hong Lei, en rueda de prensa.
"Una política de asistencia a China, positiva y flexible, contribuiría a desarrollar la cooperación entre las dos partes y ayudar a los intereses de ambos", añadió la fuente oficial.
La Comisión Europea anunció ayer que a partir de 2014 dejará fuera de la asistencia bilateral al desarrollo a las naciones mencionadas, además de Irán, Malasia, Maldivas, Tailandia, Kazajistán, India e Indonesia, algunas por haber alcanzado un nivel de renta medio alto y otras por superar el 1 por ciento del PIB mundial.
No obstante, garantizó que la UE seguirá promoviendo el desarrollo en esos países a través de programas temáticos o regionales, y que impulsará además con ellos nuevas asociaciones no basadas en la ayuda bilateral.
La decisión se anuncia en medio de los graves problemas económicos que atraviesan los Veintisiete, a causa de las crisis de deuda soberana en muchos de sus miembros, y que han llevado a Bruselas a buscar la ayuda de Pekín, por ejemplo a través del Fondo de Estabilidad.
El gobierno chino, que ha pasado así de ser receptor de ayuda humanitaria a uno de los países emergentes a los que la UE busca asistencia para salir de la crisis, ha reiterado a lo largo de todo este año que confía en el futuro del euro y en que Bruselas resolverá sus problemas financieros.