Según declaró una empleada de la seguridad aeroportuaria, la medida "vino impuesta" desde el ejecutivo y su aplicación "hubo de ser inmediata", por lo que se formaron largas colas de viajeros, algunos de los cuales protagonizaron violentos episodios.
"He visto ya tres peleas aquí y me parece normal. Llevamos más de una hora esperando para pasar el control de equipajes y nadie nos explica por qué tardan tanto ni qué hacer si perdemos los vuelos", declaró un viajero al diario "China Daily".
La principal consecuencia de este aumento en el nivel de alerta es que los controles de equipajes de mano se hacen de forma más minuciosa y se inspeccionan de forma obligatoria elementos como el calzado al tiempo que se obliga a abrir todos los equipajes, lo que ralentiza de forma notable el proceso.
"Esperamos que con el refuerzo de trabajadores hecho hoy la situación mejore aunque desde primera hora vuelve a haber colas. Recomendamos a los pasajeros que vengan lo antes posible, pero no podemos dar un tiempo de espera exacto", aseguraron desde el Aeropuerto Internacional de Pekín.
El nuevo estado de vigilancia, según las mismas fuentes, se alargará durante los próximos días a la espera de un anuncio oficial que explique los motivos del cambio o bien lo dé por finalizado.