El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, dijo que "no comentará públicamente cada presunta actividad de inteligencia específica". Todo ello un día después de que afirmara que Estados Unidos no está espiando las llamadas de Merkel en estos momentos y que tampoco lo hará en el futuro, pero sin aclarar si es una práctica que hizo en el pasado.
Carney sin embargo sí reconoció que el escándalo por el presunto espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) ha dañado las relaciones con aliados clave.
"Claramente, ha causado algunas tensiones en nuestras relaciones", reconoció.
"Tenemos amistades y alianzas muy importantes y valiosas con (estos) países que hacen que nos tomemos muy en serio las preocupaciones expresadas", aseguró.
Por eso hay "una comunicación directa a través de canales diplomáticos al mayor nivel con Alemania, nuestro estrecho aliado", dijo Carney.
Ante la demanda surgida en la Unión Europea (UE) de suspender las negociaciones para un tratado de libre comercio con Estados Unidos a raíz de las acusaciones de espionaje, el vocero manifestó: "Creemos que la alianza comercial y de inversiones transatlántica es extremadamente importante para Estados Unidos y para los socios con los que negociamos. Y seguiremos trabajando en ello".
Carney dijo asimismo que Obama tiene claro que el manejo de la información privada es un tema delicado en Alemania. "Lo sabe por las conversaciones que tuvo con la canciller, con quien tiene una larga y fuerte amistad. Y es consciente de su pasado, así como del pasado de Alemania y Alemania Oriental", añadió.