Masharipov, de nacionalidad uzbeca, estaba acusado de haber ametrallado con un arma automática a la clientela del club Reina, en la orilla del Bósforo, informa la agencia turca Anadolu.
Aunque Masharipov primero asumió la autoría de los hechos y admitió haber seguido órdenes del grupo yihadista Estado Islámico, (EI), revocó esta confesión el año pasado durante el juicio.
El tribunal, sin embargo, ha considerado probado que el acusado entró en la Nochevieja de 2016 en la discoteca y disparó contra los clientes de forma indiscriminada, además de lanzar granadas de mano, antes de huir.
A la sentencia de 40 cadenas perpetuas, una por cada víctima y una por "vulnerar la Constitución", se añaden 1,368 años de cárcel por "homicidio en (grado de) tentativa" de 79 personas que resultaron heridas y por portar ilegalmente armas.
Además, el tribunal ha condenado a 1,432 años de prisión por colaboración en los mismos delitos a otro acusado, Ilyas Mamasharipov, quien compartió vivienda con Masharipov durante veinte días y supuestamente le trasladó instrucciones del EI.
De los 57 acusados, los jueces han absuelto a once de todos los cargos, mientras que los otros han sido condenado a distintas penas de cárcel por "formar parte de una organización terrorista", en referencia al Estado Islámico.
Masharipov escapó del lugar del crimen tras la masacre, pero fue detenido diecisiete días más tarde en Estambul e identificado por la comparación con las imágenes de cámaras de seguridad en el barrio de Ortaköy, donde se hallaba la discoteca.