“Ese trabajo se está produciendo de manera descentralizada y espero que dé resultados en términos de participación sustancial del sector privado y de evitar un incumplimiento crediticio”, confió este jueves el comisario europeo de Economía, Olli Rehn, horas antes de que se inicie en Bruselas una cumbre de gobernantes de la Unión Europea (UE).
Pese a no estar incluida en la agenda oficial de la cita, la crisis de la deuda griega será el tema central de la cena de trabajo que los jefes de Estado y de gobierno europeos celebrarán este jueves.
Lo harán bajo la presión del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de la Reserva Federal estadunidense (FED), que alertaron del riesgo que la situación de Grecia y una eventual moratoria representa para el sistema financiero europeo y mundial.
Aunque los Veintisiete coinciden en la necesidad de que el sector privado contribuya en el nuevo rescate del país, Rehn reconoció que “hay distintas interpretaciones sobre la definición de voluntariedad”.
El gobierno de Atenas espera que esas diferencias sean limadas esta noche, pese a que ninguna decisión será tomada antes del 3 de julio, cuando los ministros de Economía de la zona del euro volverán a reunirse para tratar del tema.
Antes del inicio de la cumbre, la canciller federal alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, se encontrarán con el primer ministro griego, Giorgios Papandréu, para revisar las reformas en el país helénico, exigidas por los socios europeos y el FMI en cambio de la actual ayuda de 110 mil millones de euros.
Según fuentes diplomáticas, los presidentes del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, también participarán de la cita paralela.