La Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) confirmó los operativos reportados inicialmente por medios locales y sostuvo que el objeto de la nueva política es desquiciar los métodos y rutas usadas por organizaciones criminales transnacionales.
“Estamos conduciendo una iniciativa vigorizada enfocada en la identificación y arresto de individuos involucrados en operaciones de contrabando ilegal de personas, y se incluye a los patrocinadores que han pagado a las organizaciones que contrabandean niños a Estados Unidos”, dijo a la prensa la portavoz adjunta de la ICE, Jennifer Elzea.
Los “patrocinadores” que pagan a los contrabandistas por el trasiego de los menores son típicamente sus padres o familiares.
Una abrumadora mayoría de los menores de edad aprehendidos por autoridades migratorias en la frontera son eventualmente entregados a sus padres o a parientes que residen en Estados Unidos.
De acuerdo con varios casos reportados en medios locales estadunidenses, los padres de los menores han sido detenidos poco después que sus hijos llegan a sus casas después de ser puestos en libertad por la ICE. The Charlotte Observer reportó al menos media docena de casos desde Texas a Nueva Jersey.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) había emitido memorandos desde febrero pasado con cambios, entre otras cosas, en la manera que procesa a los menores no acompañados detenidos en su frontera con México, la mayoría procedentes de los países del llamado Triángulo del Norte: Honduras, El Salvador y Guatemala.
Los padres y familiares de los menores fueron identificados desde entonces como sujetos a una posible deportación en caso que hayan pagado a contrabandistas para traer ilegalmente a sus hijos a Estados Unidos.
El DHS sostiene que la medida busca evitar en parte que los menores caigan presas de robo, extorsión, secuestro, ataques sexuales y otros crímenes durante su trayecto hacia este país.
“(El objetivo es) asegurar el apropiado cumplimiento de las leyes migratorias por parte de aquellos que –directa o indirectamente- facilitan el contrabando o tráfico de niños extranjeros a Estados Unidos”, sostuvo el DHS.
“Esto incluye poner a los padres o guardianes que son extranjeros removibles en procesos de deportación o referirlos para persecución criminal, según sea apropiado”, de acuerdo con el DHS.
Ante la ausencia de los padres, los menores de edad indocumentados son transferidos desde hace varios años a la Oficina de Reubicación de Refugiados (ORR) a pesar de que no califican en la definición tradicional del término.