Desde la medianoche pasada y hasta al menos el lunes próximo está prohibido entrar o salir en coche a la capital búlgara, según lo anunciado por los ministerio de Sanidad e Interior.
Solo podrán moverse vehículos de carga, además de coches de policías, ambulancias y bomberos, así como empleados de servicios básicos, como electricidad, agua o telecomunicaciones.
Ciudadanos particulares solo podrán acceder o salir de la ciudad en caso de transportar algún familiar enfermo a un hospital.
De los 800 casos de coronavirus confirmados oficialmente en el país balcánico, la mitad se concentran en la capital.
Pocas horas antes de entrar en vigor el aislamiento de la ciudad, se habían producido atascos en las calles de salida de Sofía con ciudadanos que se trasladaban a sus segundas residencias o poblados de origen con motivo de la Pascua ortodoxa.
Las autoridades sanitarias búlgaras temen que de esta forma se pueda extender más el virus por otras partes del país, no descartan medidas más drásticas de restricción.
En Bulgaria, donde han muerto hasta ahora 38 personas por el virus, se declaró el pasado 13 de marzo el estado de excepción, prolongado hasta el 13 de mayo.
