"Por su culpa, muchos estancieros van a morir", amenazó uno de los líderes indígenas tras el encuentro celebrado en Brasilia, ciudad que recibirá partidos durante el Mundial de fútbol que comienza en dos semanas.
Unos 300 indígenas se encuentran en la capital brasileña desde el lunes, en demanda de una solución al conflicto por tierras que mantienen varias etnias nativas con estancieros en diversos puntos del país.
La "declaración de guerra" consistió en que varios indígenas se encadenaran al mástil de la bandera brasileña y pintaran parte del pabellón nacional con tinta roja.
Más temprano, los nativos bloquearon la entrada del ministerio de Justicia, impidiendo el ingreso de funcionarios, y solo liberaron los accesos cuando recibieron la promesa de que serían recibidos por Cardozo.
El cacique Uilton Tuxá, uno de los 18 líderes que participaron de la reunión, dijo que fue la "peor" reunión con el gobierno federal de la que haya participado.
"Él (Cardozo) dijo que no firmará nada. Que va a insistir en intentar construir mesas de diálogo", dijo Tuxá, citado hoy por el portal del diario "Folha de Sao Paulo"-
Además de exigir agilidad en la demarcación de sus tierras, lo que implica alcanzar acuerdos con estancieros que en la actualidad se consideran dueños de las mismas, los indígenas demandan que se investigue y sancione a los responsables por los asesinatos de varios de sus líderes.
El martes, los nativos participaron en una manifestación junto a militantes del Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST) y grupos contrarios al Mundial de fútbol, la cual terminó con enfrentamientos entre manifestantes y policías.
Según fuentes policiales, uno de los agentes resultó levemente herido con una flecha lanzada por un indígena.
En medio de los disturbios, la policía arrojó bombas de gas lacrimógeno y los activistas arrojaron palos y piedras contra los efectivos.
Al término de lo reunión de hoy, los nativos abandonaron la capital brasileña pero advirtieron que serán realizadas nuevas manifestaciones.
La amenaza se suma a otras similares, que vienen realizando varios colectivos y sindicatos, los cuales prometen realizar sendas manifestaciones durante el Mundial, que comienza el jueves 12 de junio y se extiende hasta el 13 de julio en 12 ciudades brasileñas.