"No sé por qué pero quieren llevarme a un juicio político. A mi parecer, quieren cerrar el Gobierno", dijo el mandatario durante un evento de recaudación de fondos en McLean, Virginia.
"Yo tengo un trabajo por hacer (...) tengo que enfrentar los problemas que afectan a los estadounidenses", recalcó.
Las palabras de hoy fueron las primeras declaraciones de Biden sobre el asunto desde que el presidente de la Cámara Baja, el republicano Kevin McCarthy, ordenara abrir una investigación de juicio político contra al mandatario.
El objetivo de la bancada republicana, al menos en esta etapa, es obtener registros bancarios y otros documentos del mandatario y de su hijo Hunter Biden.
Desde que tomaron el control de la Cámara de Representantes tras las elecciones de medio mandato en noviembre de 2022, los republicanos han avanzado una serie de pesquisas sobre supuestos negocios del hijo de Biden y su familia con China.
En un informe presentado en julio, legisladores opositores del comité del Vigilancia y Rendición de Cuentas de la Cámara de Representantes acusaron a la familia del presidente de haber recibido dinero de una empresa energética china.
El comité publicó una serie de documentos bancarios que muestran que un socio de la familia Biden, Rob Walker, usó presuntamente su compañía para transferir dinero que recibió de una empresa energética china a cuatro miembros de la familia de Biden.
Los pagos fueron entregados al hijo de Biden, Hunter; su cuñada, Hallie; su hermano James y un tercer "Biden" sin identificar, de acuerdo con los documentos publicados por los legisladores opositores.
Las resoluciones de juicio político deben ser validadas por el pleno de esa cámara, donde no está claro aún que McCarthy tenga el respaldo de republicanos moderados de su bancada.
Después, en el caso de prosperar, llegaría al Senado, que es el que tiene potestad para efectuar ese tipo de juicios. Puesto que la Cámara Alta está bajo control demócrata, la posibilidad de que salga adelante es limitada.