Australia sigue así la decisión tomada ya por otros países a raíz del accidente de Germanwings el pasado martes con 150 personas a bordo, tras conocerse que el copiloto se encerró en la cabina y estrelló supuestamente el vuelo de forma intencionada en los Alpes franceses. Entre las víctimas había dos ciudadanos australianos.
La normativa estará en vigor tanto para aerolíneas nacionales como internacionales y en todos los aviones con más de 50 asientos. Un miembro del personal de cabina tendrá que estar en la sala de mandos cuando uno de los pilotos abandone su puesto. (DPA)