En un comunicado, el Ministerio de Defensa australiano afirmó que el proyecto cuenta con la colaboración de la empresa de defensa noruega Kongsberg y que se tratará de la única planta de fabricación de misiles de esta firma fuera de Noruega.
En concreto, la fábrica producirá misiles antibuque y de ataque a tierra (NSM, en sus siglas en inglés) y misiles crucero multipropósito (JSM, siglas en inglés), que buscan aumentar la capacidad y alcance de defensa australiana en el océano.
Los misiles JSM pueden adaptarse para colocarse en los aviones de combate F-35A.
El ministro de Defensa, Pat Conroy, señaló que la inversión se enmarca dentro de los planes del Gobierno para fortalecer sus sistemas de defensa y que permitirá una mayor autonomía militar en Australia.
"Se trata de invertir en nuestra avanzada industria manufacturera de alta tecnología y desarrollar nuestra base industrial de defensa soberana en áreas que han sido identificadas como prioridades estratégicas", precisó Conroy.
En los últimos años, Australia ha incrementado su cooperación de defensa y militar con aliados como Estados Unidos y Reino Unido en un momento de tensiones crecientes con Pekín en el mar de China Meridional y en Taiwán, el territorio autogobernado reclamado por las autoridades chinas.
A principios de este mes, Australia y Estados Unidos anunciaron un aumento de la presencia de tropas estadounidenses en Australia, así como el compromiso de que las fuerzas australianas comenzarán en 2025 a fabricar misiles guiados con el apoyo de EE. UU..
En 2021, Australia suscribió con EE.UU. y Reino Unido el pacto de seguridad AUKUS, considerado por China como una amenaza a la estabilidad regional y que incluye la adquisición y desarrollo de submarinos nucleares en alianza y pretende reforzar la presencia estratégica de sus socios en la región del Indopacífico.