El sábado por la noche un desconocido disparó a la multitud que participaba en la inauguración de un local del partido Nuevo Encuentro, en Buenos Aires.
La organización está encabezada por el exfuncionario del recién concluido gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, Martín Sabatella, quien confirmó que el ataque causó heridas a dos mujeres que tuvieron que ser llevadas de emergencia a un hospital, aunque ya están fuera de peligro.
"Hay que tomarlo como un ataque al conjunto de la democracia, esperamos que la justicia esclarezca el caso, no estamos lamentando muertes de casualidad", advirtió.
Sabatella explicó que el presidente debe condenar este tipo de ataques, ya que son fruto del contexto que se está generando porque “hay una escalada de violencia, un tono en el discurso del gobierno que puede derramar en violencia institucional y política. Hay revanchismo, mucho odio”.
El viernes, un local de la organización kirchnerista La Cámpora, ubicado en la ciudad costera de Mar del Plata, también recibió por lo menos cinco disparos que destruyeron parte de las instalaciones, aunque no hubo heridos porque el lugar se encontraba vacío.
La concejal Marina Santoro confirmó que sólo hubo daños materiales, lo que no resta gravedad institucional a un ataque que se interpreta como una amenaza contra militantes.
En las últimas semanas, además, se han replicado hechos de violencia en protestas públicas como la que realizaron sindicalistas en el marco de la Fiesta de la Vendimia en la provincia del Mendoza.
Miembros de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) se manifestaron en contra de los despidos masivos impulsados por los gobiernos nacional y provincial, pero la protesta derivó en un enfrentamiento a golpes y botellazos, con varias personas heridas.
En la provincia de Santiago del Estero, en tanto, gremios docentes denunciaron haber sido víctimas de una represión policial cuando realizaban una marcha en reclamo de aumentos salariales.
Los manifestantes denunciaron que cuando estaban por desconcentrar la marcha “de la nada, la policía comenzó a reprimir y a dos detenidos los agarraron de los pelos y los arrastraron por la calle a la vista de la gente que se sintió indignada”.
Por otra parte, desde que Macri ganó la presidencia en Mar del Plata aumentaron las acciones violentas de organizaciones neonazis, lo que ya derivó en detenciones de líderes de la ultraderecha que han generado un clima de tensión política y social.