En la muerte de Nisman no participaron terceras personas, informó ayer la Morgue Judicial. La fiscal del caso, Viviana Fein, dijo que se analizará "si hubo algún tipo de inducción o instigación al suicidio" ya que "no descarta que esa resolución podría haber sido tomada por otro tipo de circunstancias".
Nisman, de 51 años, divorciado y padre de dos hijas, fue hallado sin vida el domingo en su apartamento en el exclusivo Puerto Madero, uno de los barrios más vigilados de la ciudad de Buenos Aires.
El fiscal, que interrumpió sus vacaciones en Europa para denunciar el miércoles pasado a la jefa de Estado, se iba a presentar hoy en el Parlamento para dar más detalles.
Nisman, que repetía que "podía salir muerto de esto", había dicho que estaba "muy seguro" de las pruebas con las que contaba para denunciar a la presidenta, al canciller Héctor Timerman, a otros políticos y a agentes de inteligencia del Estado.
La mandataria dijo hoy que provoca "estupor e interrogantes" la muerte de Nisman y se preguntó: "¿Qué fue lo que llevo a una persona a tomar la terrible decisión de quitarse la vida?".
En un extensa carta pública, Fernández de Kirchner habló de "suicidio" y denunció la intención de "desviar, mentir, tapar y confundir" con las denuncias en su contra.
En tanto, opositores al gobierno expresaron sus sospechas acerca de la muerte y alentaron a la sociedad a que se manifieste en las calles para pedir que se esclarezca lo que sucedió.
La resonante denuncia de Nisman fue por supuesto encubrimiento a los sospechosos -prófugos de la Justicia argentina- del atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en el marco de un supuesto acuerdo de "impunidad" entre el gobierno de Fernández de Kirchner e Irán.
El objetivo, según el fiscal, habría sido acercarse al gobierno de Teherán para obtener contraprestación energética, intercambiar petróleo por granos y hasta venderle armas.
Altos funcionarios del gobierno rechazaron la denuncia durante la última semana y la calificaron como "una mentira" y "un despropósito sin sentido".
El juez Rodolfo Canicoba Corral, a cargo de la causa AMIA, había puesto en duda la "fehaciencia" de la denuncia de Nisman y la relacionó con una interna entre sectores de la Secretaría de Inteligencia (SI).
Tras la muerte de Nisman, Fernández de Kirchner ordenó hoy a la SI desclasificar "todo otro material, archivo e información de inteligencia vinculado a la investigación del atentado contra la AMIA".
Autorizó revelar el secreto que preservaba la identidad de los espías que aparecerían en las escuchas que Nisman utilizó para su denuncia, algo que había sido solicitado por el fallecido fiscal.
El gobierno aseguró garantizar "todo el apoyo" para esclarecer la muerte de Nisman y pidió investigar a sectores de inteligencia, cuya cúpula fue removida por la presidenta en diciembre.
La fiscal que investiga la muerte de Nisman dijo que "se ha secuestrado muchísimo material" y "se podría hablar de un suicidio" porque "el cuerpo no fue golpeado ni sometido a maltrato".
"No decimos que esté resuelta la causa", advirtió Fein, que indicó que la causa está caratulada como "muerte dudosa".
La información oficial señaló que Nisman murió por un disparo en la sien con un arma de fuego calibre 22 milímetros que ingresó a la altura de la oreja derecha.
El arma era de un colaborador del fiscal, a quien éste se la habría pedido por cuestiones de seguridad pese a que tenía a disposición a diez efectivos policiales para su protección. El cadáver fue hallado en el baño y el departamento no tenía la entrada forzada.
Fernández de Kirchner señaló que la Justicia debe investigar "que sea un empleado de la fiscalía el que le suministra el día sábado el arma calibre 22 que le provoca la muerte".
"¿Para defensa? ¿Un arma calibre 22? Cuando el fiscal vivía en la Torre Le Parc de Puerto Madero, con sistemas de vigilancia inteligentes, con códigos de ingreso, monitoreo de cámaras y custodia constante de Prefectura, y contaba además con custodia propia de 10 agentes de la Policía Federal", planteó.
La Procuración General de la Nación ofreció "protección y custodia" a los secretarios de la fiscalía que lideraba Nisman y que investiga desde hace una década el atentado que en la AMIA que causó 85 muertos.
Se trata del atentado más grave de la historia argentina y del segundo contra un objetivo judío en el país, tras el perpetrado contra la embajada de Israel del 17 de marzo de 1992, que dejó otros 29 muertos. Más de dos décadas después no hay culpables pero sí más páginas negras.
La Justicia argentina acusó a siete ex altos funcionarios iraníes, entre ellos al ex presidente Ali Rafsanyani, y a un libanés sospechoso de pertenecer a Hizbolá, de ser los ideólogos del atentado a la AMIA. Además, pidió a Interpol su captura internacional, aunque hasta ahora sin éxito. (DPA)