“Los líderes de la oposición apoyaron la idea de una mediación de Rusia para el arreglo del conflicto”, dijo Marguelov tras mantener una reunión con el líder del opositor Consejo Nacional de Transición de Libia (CNT), Mustafa Abdul-Jalil, según la agencia noticiosa Interfax.
“Puedo asegurar que los representantes del CNT son personas serias y responsables, son líderes incuestionables. No se muestran inclinados hacia ideas extremistas, sino que están interesados en un desarrollo estable de Libia, en la creación de un estado íntegro y unido”, señaló.
Asimismo, precisó que sus interlocutores en Bengazi valoraron positivamente la decisión de Rusia de no vetar la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que autoriza la intervención militar para defender a los civiles.
Además, aclaró que “Rusia no ha cerrado su representación diplomática en Tripolí y que ha establecido una relación directa con el gobierno de transición en Bengazi, por lo que está dispuesta a implicarse como mediador en el conflicto”.
“Ahora vuelo a El Cairo. Informaré de mi misión al presidente ruso Dmitri Medvedev y esperaré instrucciones”, dijo el enviado, quien es el primer representante ruso que visita Libia desde el inicio del conflicto, a mediados de febrero pasado.
En una rueda de prensa en el bastión rebelde, el enviado ruso manifestó que está a favor de un diálogo entre las partes en conflicto y aseguró que Moscú rechaza “la escalada militar” en Libia, tras considerar que los ataques de la OTAN no solucionan los problemas.
Asimismo, reiteró que el líder libio Muamar Gadafi ha perdido su legitimidad. “Creemos que Gadafi ha perdido su legitimidad desde la primera bala que mató a un inocente”, dijo.
Además del emisario ruso, un grupo de diplomáticos chinos llegó este martes a Bengazi para reunirse con la dirección política de los insurgentes.
Los encuentros entre el CNT y China constituyen un éxito diplomático para la oposición libia sobre todo porque Pekín suele centrar su política exterior en la no injerencia en los asuntos de otros países.
China tiene intereses económicos en Libia, gran productor de petróleo, de donde evacuó a unos 36 mil de sus ciudadanos que trabajaban en el sector de los hidrocarburos, de la construcción, de los ferrocarriles o de las telecomunicaciones.