El nuevo presupuesto para las políticas comunitarias de Sanidad asciende a 446 millones de euros, de los cuales unos 220 millones se destinarían a la mejora y modernización de los sistemas nacionales de salud.
El apoyo a los sistemas de salud de los estados miembros "es vital en tiempo de crisis económica", destacó la secretaria general de EPHA, Monika Kosinska, en un comunicado.
El caso de Grecia "ha mostrado cómo la crisis financiera puede dañar seriamente los sistemas sanitarios y la salud de los ciudadanos europeos", lo que hace necesario "un mayor compromiso y acciones a nivel de la UE", afirmó Kosinska.
De la propuesta de hoy, la EPHA valora especialmente "la prioridad que se concede a la promoción de la salud y a la prevención de enfermedades".
Según datos de la alianza, el 77 por ciento de las enfermedades se podría prevenir si se aplican todas las mejoras tecnológicas.
"Consideramos que los principios de universalidad, seguridad, alta calidad, equidad y solidaridad deberían guiar la acción en la política sanitaria", subrayó Kosinska, quien también confió en que la UE "actúe realmente para mejorar las condiciones en las que la gente vive, come y respira".
La propuesta se centra en cuatro objetivos: desarrollar sistemas sanitarios "innovadores y sostenibles", lograr que "todo el mundo" tenga acceso a la sanidad, promover la prevención de enfermedades y los hábitos saludables y proteger a los ciudadanos de "riesgos sanitarios transfronterizos", según explicó la CE.
La mayor parte del presupuesto -un 48 por ciento- será dedicado al primer objetivo, y en concreto servirá para financiar las reformas necesarias para mejorar la eficiencia de los servicios sanitarios y su sostenibilidad a largo plazo.
Otro 21 por ciento irá a parar al fomento de hábitos saludables y a la lucha contra factores de riesgo para muchas enfermedades como el tabaco, el abuso del alcohol y la obesidad.
La EPHA mantendrá reuniones durante los próximos meses con la CE, el Consejo de la UE y el Parlamento Europeo para "promover el interés público" y asegurarse de que las políticas europeas "reducen las desigualdades sanitarias, aumentan los estándares de salud en la UE y garantizan la sostenibilidad de los sistemas sanitarios."