"Los soldados británicos fueron los embajadores de una cultura democrática que no se centró en la venganza contra el enemigo, sino en contribuir a que volviera a prevalecer el derecho y la dignidad humana también en Alemania", afirmó el presidente federal de Alemania, Joachim Gauck, en el acto central en recuerdo de la liberación del campo.
"Es una necesidad profunda dar las gracias de corazón a los libertadores", indicó Gauck acompañado de cerca de 70 supervivientes del terror nazi que acudieron también al campo de concentración para participar en el acto conmemorativo.
Cuando los británicos llegaron el 15 de abril de 1945 al campo de concentración nazi en el estado de Baja Sajonia, en el norte de Alemania, se encontraron con cerca de 10.000 cadáveres. Y hasta mediados de junio, otras 14,000 personas fallecieron en las instalaciones médicas levantadas por los ingleses.
"Los alemanes cargan con una inmensa culpa por lo ocurrido entre 1933 y 1945 en toda Europa. Lugares como Bergen-Belsen, Buchenwald o Dachau son símbolos de este abismo", declaró. "Representan la inconmensurable catástrofe humanitaria, política, moral y cultural a la que llevó el Tercer Reich a los alemanes y a las personas", agregó.
Para Teresa Stiland, de 89 años y residente en Francia, siempre es duro regresar al lugar donde perdió a su padre, madre y a sus seis hermanos. "No podemos olvidar. Es una suerte que hoy ya no sea el mismo sitio que era entonces", comentó a dpa.
"Es muy doloroso, pero es importante no olvidar tampoco a esas familias de las cuales no sobrevivió nadie", apuntó Mala Tribich, que sobrevivió con su hermano al Holocausto en el que perdió a cuatro hermanos.
Para todos los supervivientes es difícil volver. "La primera vez que regresé fue en 1992 y fue un shock. Sin embargo, Bergen-Belsen es parte de mí", indicó Peter Lantos. "El tiempo que pasé en Bergen-Belsen es parte de mi vida, por ello para mí es normal estar aquí", señaló Evelyne Zylberman.
Junto a ellos, el primer ministro de Baja Sajonia, Stephan Weil, destacó la importancia de no olvidar los crímenes nazis. "Los asesinatos no prescriben, los asesinatos y genocidios tampoco", afirmó el político socialdemócrata. "En Alemania debemos actuar con determinación contra cualquier signo de racismo, xenofobia o extrema derecha", agregó.
De la misma opinión se mostró el presidente del Congreso Mundial Judío, Ronald Lauder, al alertar de una nueva oleada de antisemitismo. "El antisemitismo avanza en 2015 en Europa", declaró durante el acto en Bergen-Belsen.
"Hoy, 70 años después de la liberación del campo, seguimos escuchando las mismas mentiras antisemitas", afirmó al mismo tiempo que alertó de que un joven judío no puede llevar la kipá por París, Londres o Copenhague sin temer por su vida.
El campo de concentración de Bergen-Belsen se construyó durante la Segunda Guerra Mundial. Unas 200,000 personas fueron encarceladas en él, de las cuales más de 52,000 prisiones del campo de concentración y 20,000 prisioneros de guerra perdieron la vida. También la joven Ana Frank, de 15 años, famosa en todo el mundo por su diario, murió en Bergen-Belsen. (DPA)