El abogado de la pareja, Mark Thomson, argumentó que la noticia, publicada dos días después de su boda, que tuvo gran repercusión mediática, había causado un gran disgusto a los recién casados.
El periódico londinense afirmó en el artículo que Alberto, de 54 años, había llegado a confiscar el pasaporte de ella en el aeropuerto de Niza para evitar que dejara Mónaco.
También decía que Charlene no había querido casarse porque había descubierto que el príncipe, con fama de mujeriego, tenía un tercer hijo secreto, pero había acabado cediendo a cambio de dinero y con la idea de anular el matrimonio pasado un tiempo.
La historia sostenía también que Alberto hacía la vista gorda a las actividades corruptas de sus cortesanos y no había tomado medidas efectivas contra el blanqueo de dinero en su principado.
"Ninguna de estas alegaciones es cierta", subrayó el letrado ante el Tribunal Superior de Londres, en ausencia de sus clientes, que no estuvieron presentes en la sesión de hoy.
Por su parte, el representante de Times Newspapers Ltd. -la empresa editora del rotativo-, Rupert Earle, se disculpó por el daño causado por el artículo, cuya falsedad admitió, y ofreció abonar una indemnización por daños y perjuicios, cuya cuantía aún se tiene que concretar.