Tanto Al Abadi como Al Maliki pertenecen al partido chiita Dawa. Esta decisión podría resolver meses de disputas políticas en Bagdad, mientras las milicias del grupo terrorista Estado Islámico (EI) avanzan sobre el norte y oeste de Irak.
Desde hace tiempo que Al Maliki no cuenta con el respaldo del Parlamento.
Los líderes políticos y religiosos -entre ellos también los de los aliados occidentales- se han ido apartando de Al Maliki por sus políticas de línea dura que han aislado a la minoría sunita en Irak, provocando que apoye a las milicias del EI. (DPA)