Afganistán prepara un plan de emergencia para enfrentarse a los talibanes

El Gobierno de Afganistán reveló este martes que tiene preparado un plan de guerra para responder al rápido avance de los talibanes en los últimos meses, en medio de la salida de las tropas internacionales del país y las infructuosas conversaciones para la paz.

El anuncio fue hecho por el Gobierno de Kabul durante la festividad musulmana de Eid-ul-Adha, el mismo día en que la capital nacional fue atacada con cohetes mientras el país vive uno de sus peores capítulos de violencia en dos décadas de guerra con los talibanes por el control del territorio.

"Ahora hay la duda de si existe un plan de emergencia para los próximos tres o seis meses", dijo en un evento televisado el presidente afgano, Ashraf Ghani, antes de responder: "Sí".

Kabul ha trabajado durante una semana en "un plan práctico y de emergencia que podría cambiar la situación de guerra", dijo.

"Estén seguros de que recuperaremos todo lo perdido", añadió.

Después de la decisión de las tropas de EEUU y de la OTAN de abandonar Afganistán, tras 20 años combatiendo en una guerra inconclusa, los talibanes han aprovechado la salida para avanzar rápidamente sobre el terreno.

En los últimos dos meses y medio, los talibanes han capturado alrededor de 130 centros de distritos del país, sumiendo al país en una violencia inédita.

ATAQUE DE EID

Hoy mismo, mientras los fieles ofrecían sus oraciones de Eid-ul-Adha, conocida también como "la Fiesta del Sacrificio", la ciudad de Kabul fue alcanzada por al menos tres cohetes, unos ataques atribuidos por las autoridades a los talibanes.

"Los enemigos de Afganistán y los terroristas llevaron a cabo ataques con cohetes en la ciudad de Kabul. Según la información inicial, los tres cohetes cayeron en tres áreas separadas y no tenemos víctimas hasta ahora", informó en un comunicado el portavoz del Ministerio del Interior, Mirwais Stanekzai.

Los cohetes fueron disparados alrededor de las 08.00 horas (03.30 GMT) desde el área de Parwan-e-Se, en el norte de la ciudad, con dirección al centro de la capital, donde se encuentra el palacio presidencial, entre otros edificios gubernamentales.

Los artefactos explosivos cayeron cerca de un centro de negocios próximo al palacio presidencial afgano, detrás de una mezquita y en los alrededores de un parque público.

LA PAZ

La fase final de la retirada de las tropas internacionales de Afganistán comenzó el pasado 1 de mayo como parte del acuerdo entre EEUU y los insurgentes firmado en Doha en febrero del año pasado, con el cual los insurgentes se comprometían a iniciar un proceso político para la paz con el Gobierno afgano.

Sin embargo, estas conversaciones no han logrado un acuerdo sobre la reducción de la violencia, que en cambio ha aumentado sin precedentes.

El último intento por revivir estas conversaciones concluyó el domingo cuando una nueva delegación del Gobierno afgano, integrada por diez líderes de alto nivel facultados con "plena autoridad" para negociar la paz, celebró una ronda de conversaciones con los talibanes en Doha en la que solo han logrado acordar la necesidad de nuevos encuentros.

Aún así, esto demuestra que el Gobierno afgano tiene "determinación, voluntad e intención por la paz y que estamos dispuestos a hacer sacrificios por la paz (...). Pero ellos (los talibanes) no tienen intención ni voluntad" de paz, dijo hoy Ghani.

Aunque el Gobierno afgano ha informado del suministro de armas a la población para defenderse de la embestida de los talibanes y dar apoyo a las Fuerzas Armadas, Ghani aseguró que "no hay rumbo para la anarquía o hacia la formación de milicias".

La lucha militar, dijo, está en manos de las fuerzas de seguridad nacional, y los próximos seis meses son decisivos para Afganistán.

"Una postura clara: de tres a seis meses cambiará la situación", garantizó el mandatario.

Ghani añadió que después de la salida de las fuerzas extranjeras "los talibanes perdieron su legitimidad religiosa y ahora tampoco tienen legitimidad nacional".

EL APOYO DE PAKISTÁN

El Gobierno afgano lanzó este martes nuevas críticas al vecino Pakistán, al que acusa de apoyar al grupo insurgente en su ofensiva militar.

“Ellos (Pakistán) quieren a los talibanes para nosotros, pero no para ellos mismos. ¿Están los políticos paquistaníes dispuestos a aceptar un gobierno talibán en Pakistán? Los medios de comunicación paquistaníes apoyan a los talibanes”, declaró el presidente afgano.

Los roces con Islamabad, acusado de apoyar a los grupos insurgentes, se avivaron la semana pasada cuando el primer vicepresidente afgano, Amrullah Saleh, afirmó que las Fuerzas Aéreas de Pakistán habían advertido a su contraparte afgana que responderían a cualquier intento de atacar a los talibanes que tomaron el puesto fronterizo de Waesh, uno de los puntos que conecta ambas naciones.