"Ha llegado el tiempo de que mostremos algunos resultados", dijo Rasul durante una reunión en Islamabad con el primer ministro paquistaní, Rajá Pervez Ashraf, según un comunicado oficial.
Ashraf asintió que Afganistán y Pakistán "necesitan trabajar más estrechamente para afrontar" el "desafío común" del terrorismo.
"Los dos países deberían alejarse del legado del pasado y moverse hacia una relación honesta y orientada a los resultados", subrayó Rasul en una rueda de prensa junto a su homóloga paquistaní, Hina Rabbani Khar.
Según diversos analistas, el aparato de seguridad de Paquistán continúa ofreciendo apoyo a algunas facciones talibanes con base en territorio paquistaní que lanzan ataques en Afganistán, con el objetivo de mantener cierta influencia en el futuro político de ese país.
El Gobierno paquistaní lo niega pero desde la caída hace once años del régimen talibán en Kabul ha mostrado una actitud ambigua en este asunto.
Al mismo tiempo, Paquistán ha sufrido un auge de la violencia insurgente en su propio territorio.
El Gobierno afgano, que afronta en 2014 la retirada completa de las fuerzas de la OTAN, está intentando reavivar el maltrecho proceso de paz con los talibanes y ve fundamental para ello la colaboración de Islamabad.
En este sentido, el jefe del Consejo de Paz afgano, Salahudín Rabbani, visitó hace dos semanas Paquistán, tras lo cual las autoridades paquistaníes anunciaron la liberación de nueve líderes de la insurgencia afgana para facilitar el diálogo de paz.