Acuerda la OEA una estrategia Hemisférica sobre Drogas

La 40 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) hizo hoy suya la Estrategia Hemisférica sobre Drogas debido a que ese problema constituye un reto de alcance global que incide en la salud pública, la seguridad y debilita el desarrollo.

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En una resolución, los cancilleres y delegados de 33 países de la OEA coincidieron en que el problema exige ser abordado de forma integral, equilibrada y multidisciplinaria y requiere, al hacerlo, la responsabilidad común y compartida de todos los Estados.

El problema debilita las bases del desarrollo sostenible, de los sistemas jurídicos, de la estabilidad política y económica, y de las instituciones democráticas, lo que constituye una amenaza para la seguridad, la democracia, la gobernabilidad y el Estado de Derecho.

Los Estados miembros reconocieron la importancia de los esfuerzos realizados para hacer frente al problema mundial de las drogas, admitiendo al mismo tiempo la necesidad de fortalecer y mejorar las estrategias y acciones relacionadas con esta materia.

Para ello recomendaron tener en cuenta los resultados de los diferentes informes del Mecanismo de Evaluación Multilateral (MEM) de la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD) de la Organización de los Estados Americanos (OEA).

La Estrategia Hemisférica se realizará con pleno respeto al Derecho Internacional y a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, observando los principios de soberanía e integridad territorial de los Estados, señaló el documento.

Añadió que la no intervención en los asuntos internos de los Estados, las libertades fundamentales y la dignidad inherente a las personas y de igualdad de derechos y respeto mutuo entre Estados, forman parte de los compromisos en el marco de esta lucha.

Al enfrentar el problema mundial de las drogas, debe hacerse especial énfasis en su impacto sobre la pobreza y la marginalización, e impulsar la implementación de políticas y acciones que favorezcan la inclusión social y la reducción de esas vulnerabilidades, indicó.

La resolución consideró que las políticas, medidas e intervenciones para enfrentar el problema mundial de las drogas deben tener en cuenta el componente de género.

En esa línea, los Estados miembros son responsables de proveer los recursos requeridos para la efectiva implementación de las políticas nacionales sobre drogas, y mantener un balance apropiado entre las actividades de reducción de la demanda y de la oferta.

El principio de responsabilidad común y compartida es fundamental para fortalecer la cooperación hemisférica y regional en todas sus formas, coincidieron los cancilleres reunidos en Lima.

Ésta deberá basarse en los esfuerzos colectivos y coordinados para enfrentar el problema mundial de las drogas, con el objetivo de perfeccionar continuamente las políticas sobre drogas de los Estados miembros.

La resolución consideró la participación de la sociedad civil como de gran importancia, ya que puede ofrecer, según sea el caso, experiencia y conocimiento para el desarrollo y la implementación de políticas y programas para enfrentar este problema mundial.