El hombre, un iraní que vivía en Australia desde 1996, tomó a 17 personas como rehenes en un café del centro de Sydney durante unas 16 horas. Al final, en un asalto de la policía el martes murieron el secuestrador y dos rehenes.
"La tragedia de este hecho cruel es que dos personas han muerto, que hay gente herida, que otros están traumatizados, porque este loco estaba libre y podía moverse por nuestras calles", lamentó el primer ministro.
Abbott anunció una investigación para establecer por qué Man Horan Monis, que tenía antecedentes y tendencias violentas, no era vigilado e incluso tenía una licencia de armas, con la que pudo comprar legalmente la que usó para el secuestro.
El objetivo es mejorar la coordinación entre las agencias gubernamentales en el futuro, indicó.
También se investigará cómo entró Monis a Australia en 1996 y fue admitido como refugiado político.
Abbott no quiso comentar la información de que Teherán pidió su extradición por fraude y que advirtió a los australianos de que el hombre sufría problemas psíquicos.
Otro misterio es por qué se lo retiró de la lista de personas bajo vigilancia por los servicios secretos, en la que lo habían puesto por enviar mensajes de odio a las familias de soldados australianos muertos en Afganistán, indicó Abbott.
Se analizará asimismo cómo consiguió Monis vivir durante años recibiendo ayuda social pese a que pesaban sobre él cargos por presuntos abusos sexuales y por ser supuestamente cómplice en el asesinato de su ex mujer. Y por qué estaba bajo fianza pese a la lista de estas mismas acusaciones y pese a saberse que tenía creencias extremistas.
La investigación será llevada a cabo por las autoridades nacionales y del estado de Nueva Gales del Sur y los resultados presentados a finales de enero. (DPA)