No obstante, en los últimos años se han inscrito en el registro más de 500 millones menores de cinco años (ocho de cada diez), lo que supone un avance con respecto a las últimas cifras de las que se tiene constancia, que datan de 2019.
Este progreso ha estado favorecido, en parte, por las medidas que han tomado algunos países para ampliar sus sistemas de salud, protección social y educación a más sectores poblacionales, como la transformación digital o la eliminación de tasas de los servicios de registros.
Por regiones, Oceanía -excluyendo Australia y Nueva Zelanda- es la más rezagada en esta materia, con un 74 % de niños menores de cinco años no registrados.
Mientras, en el África subsahariana viven 90 millones de niños que no están inscritos en el registro (un 49 %), lo que supone más de la mitad del total de menores de cinco años no registrados en todo el mundo.
A estas zonas les siguen el sur y el centro de Asia (con un 22 % de niños no registrados), el norte de África y el oeste de Asia (con un 14 %), el este y sudeste de Asia (un 6 %) y Latinoamérica y el Caribe (un 5 %).
Por su parte, se estima que Europa, Norteamérica, Australia y Nueva Zelanda tienen un nivel de registros de niños del 100 %.
Por otro lado, UNICEF indica que más de 50 millones de niños que sí están registrados no tienen un certificado de nacimiento.
El informe, titulado 'The Right Start in Life: Global levels and trends in birth registration' y divulgado en el aniversario número 78 de la organización, destaca que registrar a un niño al nacer minimiza su exposición a violaciones de derechos y garantiza su acceso a servicios esenciales.
"La inscripción del nacimiento asegura el reconocimiento inmediato de los niños ante la ley, sentando las bases para su protección frente a la explotación, así como el acceso a servicios esenciales como las vacunas, la atención sanitaria y la educación", anota en el documento la directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell.
Sin embargo, muchas familias se enfrentan a obstáculos a la hora de registrar a sus hijos debido a factores como "la discriminación por motivos de género, etnia o religión, las largas distancias, la falta de conocimiento sobre el proceso o las tarifas inasequibles".
Para mejorar esta situación, la organización pide a los países digitalizar los sistemas de registro; aprovechar los programas de salud, protección social y educación para ampliar estos servicios; llevar a cabo reformas clave y capacitar a las comunidades para reivindicar el registro civil como un derecho.