Al participar en una mesa analítica de prospectiva de cambios estructurales, con funcionarios de Desarrollo Social federales y estatales, investigadores e integrantes de dependencias que aportan a la política social del país, Rivera Dommarco aseguró que niños menores de cinco años –con o sin inseguridad alimentaria-, tienen la misma tendencia al sobrepeso y la obesidad.
El problema, dijo, es el consumo de calorías vacías, baratas y la ingesta de alimentos industrializados con alto contenido de azúcares.
“La presencia de los alimentos “chatarra” en los menores es del 30 por ciento del total de consumo, contra el 20 por ciento en los adultos”, refirió Rivera Dommarco, quien señaló la gravedad de la mala nutrición no solo por carencia de alimentos, sino por exceso de comida “chatarra” durante el embarazo y en los primeros tres años de vida de los infantes.
Mencionó que la Estrategia Integral de Atención a la Nutrición, desarrollada en el contexto del Programa de Desarrollo Humano Oportunidades con la Secretaría de Salud, ha demostrado ser efectivo, por lo que se propone “extenderlo a la población objetivo de la Cruzada Nacional Contra el Hambre, con acciones durante el embarazo y en los tres primeros años de vida, a través de suplementos nutricionales, atención prenatal, promoción y consejería de lactancia; alimentación complementaria y provisión de complementos nutricionales, monitoreo y atención primaria de salud, todo ello adicional a la construcción de redes de agua potable y drenaje sanitario”.
Eduardo Jaramillo, director general de Promoción de la Salud, dio a conocer las acciones implementadas por la Secretaría de Salud en respuesta al problema que representan el sobrepeso, la obesidad, la diabetes y las enfermedades crónicas no transmisibles, que impactan el desempeño escolar, la productividad laboral y se convierte en una amenaza para el país desde la perspectiva económica.
Jaramillo destacó que, ante esta problemática, las futuras generaciones corren el riesgo de acortar drásticamente sus esperanzas de vida, ya que “México es el segundo país del mundo en obesidad, pues 30 por ciento de la población adulta la presentan, y si a eso se agrega el sobrepeso, resulta que 70 por ciento de los mexicanos mayores sufren estas afectaciones”, expresó.
Por ello, dijo el especialista, se buscan soluciones conjuntas de corresponsabilidad, intersectorialidad, participación social y movilización comunitaria, por lo que el presidente Enrique Peña Nieto instruyó a la secretaria de Salud, Mercedes Juan, para diseñar e implementar una estrategia nacional para la prevención de este tipo de enfermedades, con el objetivo de mejorar los niveles de bienestar de la población.
Entre las acciones, destacó un observatorio de sobrepeso, obesidad y enfermedades crónicas no transmisibles; una campaña de medios sobre orientación nutricional, alimentación correcta y activación física, y una campaña de prevención orientada a una intervención temprana.
Por su parte, la secretaria estatal de Desarrollo Social de Nuevo León, Aurora Cavazos, quien presidió esta reunión de trabajo, destacó la importancia de lograr un documento que permita dar seguimiento y sustento a la estrategia sexenal contra el hambre, sobre todo, en alineación de presupuestos y en las reglas de operación de los programas sociales.
“Los indicadores de salud señalan que de 1998 a 2012 el sobrepeso en mujeres de 20 a 49 años pasó del 25 al 35.3 por ciento, y en el caso de la obesidad, el incremento fue de 9.5 a 35.2 por ciento, lo que implica que siete de cada 10 adultos mexicanos presentan sobrepeso y sus consecuencias de salud, que ya también afectan a los menores de edad”, concluyó.