Hay que dar el crédito que se merece a la directiva de GM, que, pese a todo, analizó objetivamente la situación al poner unas condiciones bastantes duras a los potenciales compradores de las acciones de Opel", señaló Putin, según las agencias rusas.
Durante una reunión con los miembros de club internacional de debate "Valdái" en su residencia de Novo-Ogariovo, a las afueras de Moscú, Putin subrayó que GM había tomado la decisión correcta desde el punto de vista de "responsabilidad social".
Putin destacó que la oferta de Magna y Sberbank se centraba en la salida de la crisis, al tiempo que tenía en cuenta las posibles consecuencias sociales de la operación.
"Es posible cierta optimización en las fábricas, pero ese factor, por un acuerdo conmigo y con la Canciller alemana, Angela Merkel, Magna y Sberbank lo consensuarán con los sindicatos. Trabajan abiertamente y se reúnen personalmente con los líderes sindicales", apuntó.
El primer ministro ruso considera que esta propuesta "tan concienzuda en relación a las posibles consecuencias sociales es un buen ejemplo a seguir".
"Nosotros, por supuesto, nos orientamos por la gestión profesional de Magna, uno de los líderes del sector mundial de la automoción. Ellos presentaron un plan de acción claro y comprensible, que garantiza la conservación de los puestos de trabajo en Alemania", indicó.
Putin recordó que "la operación es resultado de un trabajo conjunto" y subrayó que Alemania "es el principal socio comercial de Rusia no sólo en Europa, sino en el mundo".
"Me gustaría que éste fuera el primer paso serio para la integración económica de Europa", dijo.
Además, resaltó que "la crisis permitió sacar a la luz muchos problemas, incluida la gestión ineficaz en un significativo número de compañías occidentales. En este caso, se trata de la corporación estadounidense GM".
Magna y Sberbank están dispuestos a comprar a GM el 20 y 35 por ciento de Opel, respectivamente, invirtiendo unos 700 millones de euros.
Merkel confirmó la víspera que el consejo de administración de General Motors ha dado luz verde a la venta de Opel a Magna y Sberbank, como deseaba Berlín.