Puede reforma política representar una nueva revolución: Ramírez Marín

El presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Jorge Carlos Ramírez Marín, consideró que la reforma política en la que trabaja el Poder Legislativo puede representar una nueva revolución para el país, sólo que es pacífica.

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Jorge Carlos Ramírez Marín.

En el marco del foro “Reforma política, cambio estructural de la vida social de México”, bajo el auspicio de la Cámara de Diputados, indicó que “es indispensable que el constitucionalismo mexicano encuentre, como en antaño, vías para darle sentido y vigencia al sistema mexicano”.

Señaló que para alcanzar este fin “ha sido un largo, progresivo y calculado trayecto de modernización y actualización constitucional, a la altura siempre de las presiones y grandes demandas sociales”.

“Estamos aquí para decidir si esta revolución se hará en contra y por encima de las instituciones del país, o se hará con ellas a través de su reforma”, puntualizó.

Añadió que el marco legal ha presentado “adecuaciones al ritmo de las modificaciones de la historia, de las inquietudes sociales, muchas alentadas legítimamente por la consolidación de una ciudadanía democrática y una mayor participación de las mujeres”.

El legislador por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) consideró que es época de escuchar, dialogar, exponer razones y el punto de vista, y sobre todo tomar decisiones colectivas que resuelvan problema, “ese es finalmente el objeto de cualquier reforma”.

Empero, estableció que en esta lucha se encuentran dos “poderosísimos enemigos” de los legisladores que trabajan en la reforma: el primero “una opinión pública que trate de influir con alguna tendencia, con alguna intención sobre las decisiones que deben de tomarse”.

El otro, “una nostalgia mal fundada, mal pretendida de querer preservar sistemas que han funcionado en el pasado, pero que hoy tienen que cambiar”, apuntó.

Ramírez Marín presentó sus tres propuestas de reforma, la primera vinculada a la acotación del fuero constitucional, pues “tiene que quedar claro para la sociedad que sus legisladores, sus representantes no son más que sus ciudadanos”.

Además, “acotar y definir el tamaño del Congreso es un tarea insoslayable de esta reforma, incluida la revocación del mandato, así como una análisis de la reelección”, subrayó.

Así como “la rendición de cuentas”, dándole a la Auditoría Superior de la Federación (ASF) facultades para revisar, pero también un órgano que pueda sancionar, puntualizó.