Ante ello, dijo, este presupuesto es la cuenta por pagar de cuatro años de excesos y de una política económica basada en la simulación.
“La estrategia de gobierno federal ha sido la de estimar un Producto Interno Bruto muy por encima de lo que realmente se puede crecer y mantener el nivel de gasto y de endeudamiento como si estuviéramos en bonanza y, la consecuencia de esto han sido 9 recortes sistemáticos –uno cada 5 meses en promedio- en las expectativas de crecimiento económico, con su costo en credibilidad y la insustentabilidad de las finanzas públicas”, afirmó Delgado Carrillo.
Consideró que tal y como se vislumbraba, en este presupuesto se confirma que continuará el modelo económico priista de endeudamiento, bajo crecimiento, depreciación, gasolinización de las finanzas públicas, recorte en la inversión y afectación de los programas sociales y, como consecuencia, más carestía y más pobreza.
Ante ello, dijo, la política económica para 2017 se vislumbra desalentadora pues el gasto sigue creciendo, principalmente el costo de la deuda que ya equivale a dos veces el presupuesto de la Secretaria de Educación Pública. La supuesta reingeniería del gasto público es para pagar la deuda pero no un cambio del despilfarro e improductividad del gasto público federal.
El senador, integrante de la comisión de Hacienda de la cámara alta, dijo que con el recorte de 239 mil 700 millones de pesos al presupuesto del sector público, de los cuales 100 mil serán directamente en el presupuesto de Pemex, se hace evidente la estrategia sistemática para desmantelar a la empresa y el abandono por parte del gobierno a la inversión pública.
Indicó que es preocupante que el gobierno claudique en su mandato para generar condiciones para el crecimiento y proteger a los más vulnerables, por ejemplo, en educación hay una baja de 14.7 por ciento real, afectando en particular a la educación básica y a las universidades, salud con 12 por ciento menos en términos reales, programas de infraestructura y algunos otros programas sociales como la pensión universal para adultos mayores, que disminuye en un 4.1 por ciento real y el gasto en grupos vulnerables como los indígenas que también disminuyen en el presupuesto. En cambio, el gasto en opinión pública de Presidencia aumenta, lo cual es inconcebible en estos momentos de verdadera disciplina en el gasto.
Dijo que también llama la atención la cifra de IEPS que crece 24 por ciento, lo que hace preveer que seguirá la “gasolinización” de las finanzas públicas, como medida para hacerle llegar ingresos al gobierno a costa de la población y las empresas.
En lo referente a la reducción del déficit presupuestario para el año, consideró que no es suficiente lo que pretende el gobierno, pues al final del 2017 la deuda pública no se reduce, sino al contrario, estará muy por arriba del 50 por ciento del PIB.
Ante tal panorama, estimó que los ajustes llegan muy tarde pues ya se perdieron 4 años, ya que desde principios de la actual administración se advirtió el panorama difícil.
“Y aunque tuvo la oportunidad de hacer cambios, esto no ocurrió y ahora no tiene margen para ello. Este presupuesto tendrá costos sociales importantes”, finalizó.