"Hemos hecho todo lo que podíamos en las últimas semanas para garantizar que 160 millones de trabajadores estadounidenses no tengan un aumento de impuestos el 1 de enero... (pero) una facción de republicanos de la Cámara de Representantes se ha negado" a extender los recortes tributarios, dijo Obama durante un acto en la Casa Blanca.
Obama aseguró que está dispuesto a promulgar la prórroga de los recortes en cuanto la reciba pero, por ahora, los republicanos de la Cámara de Representantes lo obstaculizan.
Con un tono decididamente populista, Obama aseguró que, desde el martes pasado, la Casa Blanca ha recibido más de 30.000 anécdotas de estadounidenses de a pie de todo el país y que se verían afectados por una subida de impuestos de al menos mil dólares el próximo año.
Eso equivale a unos ochenta dólares al mes o cuarenta dólares por cada pago salarial si éste se recibe, como es corriente en Estados Unidos, cada quince días.
No parece mucho dinero pero "para cualquiera que sabe lo difícil de hacer rendir el presupuesto, sabe que al final de la semana o del mes, 40 dólares puede marcar toda la diferencia del mundo", afirmó el mandatario.
"Ya basta, la gente que me acompaña no tiene tiempo para más juegos... es hora de que los republicanos de la Cámara de Representantes escuchen las voces de la gente acá y de todo el país y revalúen" su oposición, dijo Obama, acompañado en el acto de algunas de las personas que compartieron sus historias a través de Twitter y Facebook..
Obama telefoneó hoy, por segundo día consecutivo, al presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, para reiterar su compromiso de negociar una extensión a largo plazo, siempre y cuando acepte la prórroga de dos meses que aprobó el Senado.
La campaña lanzada el martes por la Casa Blanca busca aumentar las presiones sobre los republicanos, y advertir del impacto negativo que la subida de impuestos tendría no sólo para 160 millones de estadounidenses sino también para la recuperación económica en general.
El Senado aprobó el sábado pasado la extensión de dos meses de los recortes de impuestos a la nómina y los subsidios de desempleo, para darse más tiempo a negociar una prórroga de un año cuando reanude la sesión legislativa en 2012.
Pero Boehner se ha enzarzado en una lucha de poderes con Obama e insiste en reabrir las negociaciones con el Senado para una extensión de un año.
Según analistas, la aparente intransigencia de los republicanos de la Cámara Baja terminará perjudicando más a ese partido, de cara a los comicios de 2012.
En ese sentido, el líder de la minoría republicana del Senado, Mitch McConnell instó hoy a sus correligionarios en la Cámara Baja a que apruebe la extensión de dos meses.
Los republicanos de la Cámara Baja buscan más certidumbre sobre la duración de estos elementos tributarios y los demócratas quieren más tiempo para negociar estos términos "pero estos objetivos no están reñidos", explicó McConnell, en sus primeros comentarios desde el inicio del enfrentamiento entre ambos partidos.