Al participar en la puesta en marcha del nuevo Sistema de Justicia Penal “La Reforma de Justicia Penal. Compromiso de Estado Hecho Realidad”, encabezado por el Presidente Enrique Peña Nieto, el legislador federal enfatizó ante jueces, magistrados, procuradores de justicia, legisladores y mandatarios asistentes, que “solo así, contribuiremos a superar la crisis de credibilidad de la sociedad hacia las instituciones de la República”.
Precisó que el sistema de impartición de justicia aplicado hasta hoy en nuestro país, entró en un punto crítico sin lograr el ideal constitucional de una justicia rápida e integral, pues lo caracterizaron procedimientos que, al paso de los años, derivaron en desorganización, dilación y, en no pocas ocasiones, corrupción en nuestros juzgadores.
Indicó que el nuevo sistema tiene como filosofía ser más ágil y respetuoso de los derechos de la víctima, ofendido e imputado en todas las etapas del procedimiento.
Marca -en principio- la “presunción de inocencia” dando cumplimiento al artículo 20 constitucional que establece que “toda persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario”; y tiene metas concretas que deberán terminar con el sistema inquisitorio que ha tenido como características: la lentitud, el burocratismo, la excesiva solemnidad, la frecuente corrupción y un alejamiento total de la justicia cabal, refirió Zambrano.
Contará –explicó- con Ministerios Públicos, policías de investigación de prevención, jueces y Magistrados locales y federales, capacitados para desempeñar sus funciones. “En ese rubro se ha avanzado mucho, pero hay que reconocer que aún falta por hacer”.
También resaltó que se prioriza la reparación del daño a través de mecanismos alternativos de solución de conflictos, además de que los jueces estarán presentes durante el desarrollo de todas las audiencias, lo que, en el sistema inquisitivo -sostuvo- normalmente no ha sucedido. Las audiencias serán públicas y orales, lo cual transparentará la impartición de justicia.
Zambrano Grijalva subrayó que “la reforma deberá mostrar una mejora continua y permanente como señal de identidad del nuevo sistema, ya que las personas y su esperanza en la justicia no aguardan a que la administración, procuración e impartición de justicia, se pongan de acuerdo en tecnicismos o a que se justifique un resultado ambiguo que rompa con el espíritu del sistema”.
Recordó que la Constitución de 1917 inauguró, en su fondo, un esperanzador sistema moderno y ágil, cuando en su artículo 17 estableció la impartición de justicia pronta y expedita, pero hoy el nuevo sistema la denomina pronta, completa e imparcial.
Citó que en 1987, se reformaron los artículos 17, 46 y 115 de la Constitución. La comisión en ese entonces de Gobernación y Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, el 22 de diciembre de ese año, produjo el dictamen a dicha reforma, el cual contenía opiniones reveladoras en su texto, tales como “la impartición de justicia que merece el pueblo de México debe ser pronta y gratuita”; “procesos lentos, resoluciones tardías”; “justicia inaccesible”, y “para las mayorías no es compatible con el estado social de derecho”.
A la fecha, continuó, se contempla lentitud en la impartición de justicia; por eso, el Constituyente Permanente expidió una nueva reglamentación actualizando el sistema de justicia mexicano, poniendo como plazo el 18 de junio de 2016, para la entrada en vigor del Sistema Penal Acusatorio.
Llamó, no obstante, a estar pendientes de las vicisitudes que se generen para ajustar con toda rapidez y dar certeza a procesos efectivos y eficientes.
Refirió que aun cuando apenas comienza, ya hay cuestionamientos y se pone en duda su eficacia, pero dejó claro que “con todo y los problemas que hoy puedan asomarse, lo nuevo es infinitamente superior y mejor a lo anterior”.
Por tanto, reiteró su convocatoria a estar atentos y vigilantes para que progresivamente y de manera sostenida, el nuevo sistema dé los resultados de justicia que los mexicanos esperan y necesitan con especial urgencia.
Solo así, contribuiremos a superar la crisis de credibilidad de la sociedad en las instituciones de la república, hay que avanzar con determinación en ello, concluyó.