Murillo dijo en entrevista radiofónica con Joaquín López-Doriga que la fiscalía cuenta con evidencias nuevas que no pueden "decir hasta que los padres no las tengan, que confirman el hecho que ahí había un grupo de estudiantes".
Al hacer referencia a las nuevas evidencias sobre la desaparición de los 43 jóvenes hace poco más de dos meses en Iguala, Murillo admitió que será difícil precisar el número de normalistas asesinados en el basurero de Cocula el 26 de septiembre.
Esto es debido a que "el grupo (de jóvenes) que llevaban era bastante numeroso, pero no tenemos un número preciso porque mientras unos (detenidos) nos declaran una cantidad, otros nos declaran otra".
Murillo además explicó que la manera en cómo incineraron los cuerpos es el modus operandi del grupo delictivo de los 'Zetas', de donde surge Guerreros Unidos, quienes según las investigación asesinaron a un grupo de normalistas.
Las afirmaciones Murillo se produjeron un día después de confirmar que los estudios de ADN realizados en Austria dieron como resultado que los restos de tejido óseo hallados en una bolsa en un río corresponden a Alexander Mora Venancio, uno de los 43 estudiantes desaparecidos en México desde el 26 de septiembre.
Murillo explicó que con base en los datos establecidos por la Universidad de Innsbruck se determinó que la muestra analizada correspondía a Mora.
Mora es hasta el momento el único estudiante identificado de los 43 desaparecidos el 26 de septiembre en Iguala, en el sur de México.
La noticia había sido adelantada por los padres el sábado, después de recibir la información de manera directa de peritos argentinos que intervienen en el proceso.
En tanto, en Chilpancingo, la capital del estado de Guerrero, las banderas de México y la estatal ondean a media asta en el Palacio de Gobierno en homenaje a Mora.
El gobernador interino de Guerrero, Rogelio Ortega Martínez, decretó tres días de duelo en la entidad del sur del país en memoria del estudiante de la escuela normal rural de Ayotzinapa.
Los 43 alumnos de la escuela desaparecieron el 26 de septiembre después de ser detenidos por policías municipales en la ciudad de Iguala, ubicada a 200 kilómetros al sur de Ciudad de México. Los policías luego los entregaron al cártel de Guerreros Unidos.
La desaparición estuvo precedida de ataques a tiros en Iguala por parte de la policía, en los que murieron seis personas.
Sicarios detenidos por la fiscalía señalaron que los estudiantes fueron asesinados y calcinados en un basurero de Cocula cerca de Iguala y que sus restos fueron arrojados a un río.
Hasta el momento han sido capturadas 80 personas, entre ellas 44 miembros de la policía municipal de Iguala y Cocula, así como el ahora ex alcalde de Iguala José Luis Abarca y su esposa, María de los Angeles Pineda Villa, como presuntos autores intelectuales del crimen.
La desaparición de los estudiantes ha generado masivas expresiones de solidaridad en México y algunos mítines de apoyo en otros países.(DPA)