Señaló que no puede ser que, ante la opinión pública, Pemex esté siendo responsabilizada y desprestigiada en mayor proporción, con los costos de viabilidad económica que ello implica, respecto a Mexichem, cuando ésta era la que operaba el complejo petroquímico.
Demandó intervención de la Secretaría de Energía y de cualquier otra autoridad con facultades para obligar a Mexichem asumir y cumplir sus responsabilidades hacia los trabajadores, sus familias y el medio ambiente.
Es cierto –dijo- que la situación de Pemex por la extracción de recursos por parte del gobierno a través del cobro de impuestos se agravó con los recientes recortes a su raquítico presupuesto y que con ello se le colocó en una posición crítica incluso para pedir préstamos.
Pero aunque Pemex está en situación desventajosa no sólo para competir, sino hasta para asociarse con inversionistas privados que pretenden toda la ventaja y ninguna responsabilidad, lo cierto es que en el caso de Mexichem esto último ya se había consumado, pero por lo mismo debe revisarse para que Mexichem no quede impune.
En este sentido, consideró que, si hubo advertencias de directivos de Pemex a directores de refinerías sobre los riesgos de operación por los recortes presupuestales, esto no era aplicable a “Pajaritos” porque ésta es una petroquímica, no una refinería, que aun con participación de Pemex, la misma es minoritaria y la dejó sin posibilidad de operarla.
Como ya fue reseñado –dijo Saldaña-, Pemex perdió la operación de “Pajaritos” a manos de Mexichem por una asociación ilegal y perjudicial para la petrolera.
Previamente, Pemex había malbaratado casi 13 mil millones de pesos en supuestos intentos de modernizar a “Pajaritos” y había perdido su participación (40 por ciento) en “Cloro de Tehuantepec” -uno de sus proveedores de monocloruro de vinilo - a manos de Mexichem, con lo cual quedó como cliente cautivo de éste.
Una vez orillada “Pajaritos” a una situación desastrosa, lo siguiente fue ponerla en manos de Mexichem mediante la creación, en 2013, de Petroquímica Mexicana de Vinilo, S.A. de C.V., en la que el grupo del ex banquero beneficiario del Fobaproa Antonio del Valle se quedó con 58.5 de acciones y Pemex con el resto.
Por ello en su Reporte Anual 2014 a la Comisión de Valores de Estados Unidos, Pemex reportó gasto en infraestructura para “Pajaritos”, pero sólo hasta 2013. Dicho de otro modo, ya no programó presupuesto para mantenimiento a esa planta a partir de 2014 porque sus obligaciones al respecto serían a través de la nueva empresa bajo conducción de Mexichem.
A partir de entonces –dijo el diputado perredista-, el Consejo de Administración de la nueva empresa encargada de la planta, Petroquímica Mexicana de Vinilo, debió proveer su propio plan de mantenimiento correctivo y preventivo, así como asumir sus responsabilidades conforme a los estatutos de constitución.
Todo indica que no lo hizo o lo hizo de manera insuficiente y deficiente, y esto dio paso a la tragedia del pasado 20 de abril, por lo que debe asumir los costos de ello, incluso con intervención de autoridades, en lugar de cargárselos a Pemex.
Saldaña Morán argumentó que la inculpación por la tragedia en “Pajaritos” sólo a Pemex perjudica aún más su deteriorada imagen y sus negociaciones en la búsqueda de soluciones para enfrentar su actual crisis financiera, lo que no se debe permitir a no ser que se quiera continuar con su entrega, a precio de regalo, a ciertos grupos, como el encabezado por Del Valle, desde el gobierno.
Apuntó que, además de Mexichem, y según algunas notas periodísticas, otras empresas involucradas en “Pajaritos” y el siniestro mencionado son Welding, Gamza e ICA Fluor, caso en el cual también deben asumir costos y responsabilidades.