Ahora, dijo, el gobierno tiene en sus manos nuevas y poderosas herramientas para reactivar el crecimiento económico, promover el desarrollo e impulsar el avance del país.
El diputado González Morfín consideró que aún existen retos para mejorar las finanzas públicas y avanzar en temas fundamentales, como fortalecer las capacidades de los gobiernos locales para recaudar recursos propios y utilizarlos con eficacia y honestidad.
“Es hora de discutir si nuestro federalismo fiscal está funcionando adecuadamente para los ciudadanos. Es hora de vigilar con mayor rigor el gasto público federal, asegurar que los programas que reciben más apoyos sean los que realmente benefician a la sociedad y al país y asegurar que el gasto público se ejecute de manera oportuna para impulsar el crecimiento económico”, añadió.
Tras felicitar a los ganadores del Premio Nacional, González Morfín recordó que durante muchos años, hablar de finanzas públicas en México era hablar de crisis económicas. Afortunadamente, agregó, desde hace muchos años hay un consenso importante sobre la importancia de mantener equilibrios financieros en las cuentas nacionales.
Comentó que hoy las políticas públicas han sido reconsideradas por lo que las fluctuaciones económicas ya no son producto de manejos irresponsables por parte del gobierno, además de que se han creado leyes que limitan la discrecionalidad del gasto e instituciones autónomas como el Banco de México, que dan certidumbre a nuestras cuentas nacionales.
“También se ha fortalecido el papel del Poder Legislativo como instancia supervisora del gasto público. Sin embargo, esto no quiere decir que no tengamos retos para mejorar las finanzas públicas. Todo lo contrario. Hoy, en un entorno de federalismo fiscal y de equilibrio de poderes, las finanzas públicas enfrentan desafíos muy importantes”, indicó.
El presidente de la Mesa Directiva enumeró, en torno a este tema, tres desafíos. El primero, dijo, identificado en la transparencia del gasto público. “La exigencia ciudadana es clara: cada peso del erario tiene que usarse de manera honesta en las necesidades del desarrollo nacional”.
El segundo desafío, agregó, tiene que ver con la recaudación. “Tenemos el reto de construir un sistema fiscal equitativo y eficaz que asegure que todos los ciudadanos aportemos al erario de acuerdo con nuestras capacidades económicas, sin excepciones ni distorsiones. México debe dejar de ser uno de los países que menos recaudación tiene respecto del PIB”.
El tercer desafío, apuntó, se relaciona con la descentralización del gasto y las capacidades institucionales de los gobiernos locales. “La democratización del país ha dado nuevo protagonismo a los gobiernos estatales y municipales como ejecutores de programas públicos. Sin embargo, persiste el reto de aumentar su autonomía financiera y a su vez, asegurar que los recursos que la Federación les transfiere se utilicen con eficacia y honestidad”.
En este contexto, calificó como positivo que el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados haya instituido en 2007 el Premio Nacional de Finanzas Públicas, dado que México necesita poner a sus especialistas más destacados a pensar soluciones a los retos de las finanzas nacionales. “Necesitamos propuestas, imaginación y talento”, subrayó.